Vivimos en una época en la que impera el horizonte cortoplacista y donde el gasto inmediato es lo habitual, pero ciertos aspectos tales como la jubilación, la educación de los hijos o los gastos de emergencia, necesitan una previsión a largo plazo. Es importante plantearse una estrategia adecuada de inversión para obtener la mayor rentabilidad de nuestros ahorros. Hasta aquí, no hay diferencia entre sexos, es igual para hombres y mujeres.
Pensiones
En la actualidad y en el contexto de España, la situación deficitaria de las pensiones públicas es cada vez un tema de mayor envergadura. Parece lógico que, si no se hace nada por cambiar el sistema de pensiones, en un futuro no muy lejano, no se podrán mantener las cuantías de las pensiones actuales.
Según los datos publicados por el INE, a partir de la segunda mitad del año 2040, cada persona que esté trabajando tendrá que sostener, no solo a su familia, sino también a un jubilado (ahora mantenemos a un jubilado casi tres personas).
Separaciones y divorcios
Si a la coyuntura actual de las pensiones, le sumamos el nuevo contexto socio-económico, ahorrar es un imperativo mayor para la mujer, teniendo en cuenta que España es el segundo país de la UE con mayor tasa de rupturas.
La disolución familiar en España de media se produce a los 16 años de matrimonio, cuando la mujer está en la década de los 40 y con poca experiencia en las decisiones financieras de la familia para el largo plazo. La mujer separada, además de encontrarse en una nueva situación más compleja, tiene que empezar a preocuparse de su jubilación y de muchos otros aspectos del futuro.
Y no nos olvidemos además que las mujeres tenemos cargas adicionales: la mayoría de las veces los hijos de matrimonios separados o divorciados residen con sus madres y en media las mujeres vivimos más años que los hombres. Todo nos obliga a planificar, si cabe más, nuestro futuro.
Necesidad de planificar y pensar en la situación económica futura, imprescindible para las mujeres
En este contexto, la mujer no puede tener miedo a las inversiones. La necesidad de buscar buenas inversiones para nuestros ahorros se convierte en algo indiscutible para las mujeres que quieren independencia económica.
¿Y qué pueden hacen las mujeres que tienen que ahorrar para el largo plazo? Se trata de una tarea sencilla si se traza una estrategia correcta. La realidad es que ahorrar supone un gran esfuerzo diario para todos, por lo que lo lógico será sacarle el mayor rendimiento posible. Hay que definir primero una estrategia, analizar los objetivos de la inversión y las diferentes opciones disponibles, buscar expertos independientes que nos ayuden y exigir la máxima rentabilidad. Estas son las claves para maximizar el tiempo que dedicamos a hacer crecer nuestro dinero.
Conocer los productos de inversión
La composición de los ahorros de las familias españolas (muy conservadoras) y el cortoplacismo (concentración en liquidez y depósitos), son barreras a superar, por ejemplo, a través de una buena planificación familiar. Es importarse informarse y asesorarse; conocer los tipos de productos de ahorro e inversión a largo plazo disponibles para contratar el mejor adaptado al perfil de riesgo.
Invertir es una forma de mejorar el futuro ya sea pensando en la jubilación, en los hijos o con vistas a un proyecto personal. Obviamente el papel de la mujer ha cambiado en la sociedad, con mayor nivel de formación, cada vez ocupa más puestos directivos; el índice de riqueza de las mujeres progresa significativamente, la mujer es más activa en todas las esferas, incluyendo la financiera y tiene indudablemente visión a largo plazo.
Este conjunto de factores es muy positivo para ver en la mujer la capacidad de acabar con el tópico de que mujer e inversión no es un buen matrimonio.
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