Estoy segura de los buenos propósitos de la mayoría de los lectores ahora que comienza el año. Pero, me he permitido destacar algunos, para asegurar el éxito de otros muchos.
Teniendo en cuenta la maraña de ideas y el ambiente boscoso que nos rodea, conviene identificar bien el camino a fin de no perdernos. Para ello me ha servido de inspiración el libro de José Antonio Marina (2017) “El bosque pedagógico y como salir de él”. De manera similar a lo que ocurre en el entorno educativo, podemos encontrarnos en medio de la maraña informativa que nos rodea. Es lo que muy acertadamente en el ámbito investigador se viene denominando como “infoxicación” o “intoxicación informativa”. Nuestro entorno nos presenta infinitas propuestas y retos de cambio, y los medios de comunicación ¡no digamos! Pero ¿cuáles son las mías?, las que realmente necesito.
Me he permitido dibujar cuatro grandes campos como punto de partida.
Contemplar la belleza
Nuestra sociedad debería tener verdadera necesidad de contemplar la belleza, bueno, en primer lugar, debería tener necesidad de descubrir la belleza de la contemplación en sí misma. Parte de esa contemplación es el reconocimiento de que cada individuo posee sus propios ritmos. Ritmos que solo él conoce (Ecoosfera, 2017). Por lo tanto, hemos de hacer el esfuerzo de permitirnos ir a nuestro ritmo, y mantenernos lejos de la presión del entorno que nos “achucha” para marcar el paso y el gusto. Un buen propósito sería no dejarnos impregnar por falsas categorías de belleza. Es cierto que hoy consumimos no solo productos, también consumimos experiencias, y justamente por esto debemos ser mucho más exigentes con estas. Sin olvidar, que la belleza es un intangible que se plasma a través de la estética. Por lo tanto, “stop a la estética feísta”; stop al consumo anónimo, inconsciente, y sin ideas. Todos estos calificativos son enemigos de la belleza.
Nuestra sociedad debería tener necesidad de descubrir la belleza de la contemplación en sí misma.
Magdalena Boch en su libro “El poder de la belleza” (Bosch, 2012) la califica como el poder que perdura, más fuerte que el tiempo, o el esplendor de la verdad.
Estaría bien como primer paso para descubrir la belleza fomentar en nosotros la actitud de contemplación que nos lleve a descubrirla y amarla.
Defender la intimidad
El segundo reto que propongo para este año es defender nuestra intimidad. Lógicamente, para defenderla primero hay que tenerla. Ciertamente, los medios de comunicación no han contribuido con su ayuda a la construcción de una sana intimidad. La intimidad encierra parte de nuestra identidad, la parte más preciada de nuestro ser a la que solo nosotros podemos acceder. Reflexionemos un poco, pero detrás de esto hay algo poco positivo. Si la intimidad es el reducto de nuestra identidad, al dejarla en manos de los medios de comunicación y de las redes sociales ¿qué nos queda? No queda nada. Sin darnos cuenta, la súper-exposición a la que sometemos nuestra intimidad nos está despersonalizando y reduciendo a la nada.
Como consecuencia, la sociedad se ha convertido en un “supermercado de identidades”, las marcas se han transformado en el escaparate de la identidad.
La súper-exposición a la que sometemos nuestra intimidad nos está despersonalizando y reduciendo a la nada
Dar las gracias
Dar las gracias no es solo una forma educada de comportamiento, es mucho más. La persona que da las gracias marca una posición muy concreta en la vida. Para empezar, mira con optimismo a los demás y a las cosas que le rodean. No presenta una actitud posesiva ni en relación con las personas, ni en relación con las cosas. Podríamos decir, que tiene la primera característica para ser sostenible como persona: pensar en los demás.
Si tomamos en serio este reto, el año que comienza, será nuestro año.
Si cada mañana nos levantamos pensando en hacer el esfuerzo de dar las gracias, la primera consecuencia que tendrá será estar mucho más pendientes de los demás, aprovecharemos las ocasiones para mirarlos a la cara, recogeremos alegría, y sobre todo el efecto feedback que provoca manifestar agradecimiento. Porque esta actitud crea el clima perfecto para el deshielo del corazón.
Afrontar el futuro con calma
Dar las gracias forma parte de los ingredientes que hacen posible el siguiente reto: afrontar el futuro con calma y no con la desesperación de lo inevitable.
Al margen de estar más o menos de acuerdo con los planteamientos de Rutger Bregman (2017) y su “Utopía para realistas”, en lo que sí estoy muy de acuerdo con él, es en que las cosas se pueden hacer de otra forma, y por supuesto, las ideas cambian el mundo.
Y, como él afirma el valor de nuestro trabajo no lo determina la cantidad que cobramos por él, sino la felicidad que alcanzamos y desprendemos al realizarlo.
Las ideas cambian el mundo.
Por eso, es necesario comenzar el año con el firme propósito de huir de todo catastrofismo apocalíptico. Es muy necesario ser positivos porque el futuro solo es posible con el signo más por delante.
Necesitamos convertirnos en líderes transformacionales que realicen el cambio que el mundo necesita
En conclusión:
Tenemos por delante 12 meses, 52 semanas, 365 días, 8760 horas, 525600 minutos, y
31536000 segundos. Cuando ponemos por escrito y visualizamos estas cifras dan unas ganas irrefrenables de aprovecharlos muy bien.
Mi consejo es no frenar ese impulso, recordar cada día las horas, minutos y segundos que tenemos por delante para contemplar la belleza, defender la intimidad, dar las gracias y adentrarnos en el futuro con calma.
Necesitamos convertirnos en líderes transformacionales que realicen el cambio que el mundo necesita (Gardetti & Torres, Actualización periódica). Esto solo es posible mediante el esfuerzo personal por adquirir valores. De lo contrario cualquier reto será una utopía.
Referencias:
Bosch, M. (2012). El poder de la belleza (Primera, Vol. 10). Navarra: Ediciones Universidad de Navarra, S.A. Bregman, Rutger. (2017). Poverty isn’t a lack of character; it’s a lack of cash [YouTube]. Recuperado desde https://www.youtube.com/watch?v=ydKcaIE6O1k
Ecoosfera. (2017). Recuperado desde http://ecoosfera.com/category/ciencia-inovacion/
Gardetti, M. Á., & Torres, A. L. (Actualización periódica). Liderando el cambio. Los valores del pacto muncial en el Sector Textil y de la moda. Red Argentina del Pacto Mundial y Centro Textil Sustentable. Marina, J. A. (2017). El bosque pedagógico y cómo salir de él. Barcelona: Ariel.
Fotos libres de derechos.
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