En 1935 Erwin Schrödinger ideó un experimento en el que se explicaba el funcionamiento de la Física Cuántica. El cual, consiste en considerar una caja cerrada y opaca, donde hay un artilugio con un veneno que se activa cuando una sustancia radiactiva se desintegra con una probabilidad del 50%. Desafortunadamente dentro de la caja hay un gato, el cual tiene la misma probabilidad de estar vivo o muerto, la vida del felino depende de la desintegración del núcleo radiactivo.
Este experimento mental intenta dar a conocer cómo un sistema puede está descrito mediante un objeto matemático llamado Función de Onda, ésta se obtiene a partir de la Ecuación de Schrödinger. La Función de onda permite describir el movimiento de las partículas y de los átomos. También permite calcular la probabilidad de que ocurran ciertas acontecimiento, como la sentencia de muerte del gato dentro de la caja. Para que nos hagamos una idea, la ecuación de Schrödinger es la equivalente a la segunda Ley de Newton, mientras que la Función de Onda, es la ecuación del movimiento que se genera de aquella, en el caso más sencillo, recordamos la expresión espacio igual a velocidad por el tiempo.
Sin embargo, existen otros ejemplos que se podrían aplicar a la Física Cuántica sin necesidad de poner en peligro la vida de un gato. Incluso de la vida cotidiana. Por ejemplo, cuando despierto y aún no he abierto los ojos, mi pareja que está a mi lado, puede estar despierta o dormida. Pero hasta que no abra los ojos no sabré en qué situación está. En ese momento, desde el punto de vista físico, se derrumba la Función de Onda, estableciendo que el observador altera y concreta el resultado de esta. En ese sentido la Física Cuántica nos recuerda que cuando realizamos una medida conseguimos alterar el resultado, aumentando el error de la misma progresivamente mientras las magnitudes se acercan a la descripción de la escala subatómica.
A partir de aquí se nos pueden ocurrir muchos más casos desde los cuales el Sr. Schrödinger podría haber imaginado su famoso experimento. Cuando hemos hecho un examen y aún no sabemos el resultado, podemos estar suspensos y aprobados al mismo tiempo, en este caso no precisamente con la misma probabilidad. O bien, cuando compramos un décimo de lotería, puede estar premiado o no a la vez, hasta que no se juegue el sorteo. Y así con multitud de opciones. En esencia, la Función de Onda describe todas las posibilidades que pueden ocurrir en una situación.
Estos experimentos mentales son muy útiles para intentar entender y bajar de la abstracción una teoría como la Física Cuántica, la cual se desarrolla con pomposos artificios matemáticos imposible de entender para los preuniversitarios de ciencias. A diferencia de la Teoría de la Relatividad, otro de los grandes pilares del siglo XX, que fue construida prácticamente por una única persona, la Física Cuántica ha sido desarrollada por numerosos científicos con una serie de contribuciones que dieron ese carácter aparentemente estrambótico y diferenciador con respecto a la física clásica. No obstante, a pesar de esas consideraciones divulgativas que han hecho de la teoría un parque de atracciones para los charlatanes y los especuladores del conocimiento como puede ser, con el principio de la Incertidumbre, la dualidad onda corpúsculo, la masa de los fotones, por ejemplo, en realidad la Física Cuántica es la base de nuestro avance actual.
La Física Cuántica es la herramienta necesaria para entender el movimiento de las partículas, el funcionamiento de los átomos, y la desintegración de estos. Su aplicación práctica nos la encontramos en la medicina, como son los TAC; en la tecnología, como son los móviles, geolocalización; en aparatos de precisión como son los láseres, hologramas, digitalización de la información. Es decir, está presente en la tecnología más actual que conocemos.
De igual manera que la Física Cuántica ha estado presente en el desarrollo social del último siglo, podríamos decir que los diferentes avances científicos han estado detrás de los desarrollos sociales más importantes y relevantes de la historia de la Humanidad. Por ejemplo, como ocurrió en la Revolución Industrial, donde las causas fueron tanto la termodinámica como el electromagnetismo. Durante el Renacimiento las contribuciones de Newton y Galileo además de matemáticos como Gauss entre otros. A partir de la Edad Media, la velocidad del conocimiento, la investigación y desarrollo han experimentado un aumentando progresivo hasta nuestros días.
No es casualidad que estemos con la máxima población de toda nuestra historia rondando los ocho mil millones de individuos, o que hayamos doblado la esperanza y la calidad de vida en los últimos quinientos años. Porque no podemos olvidar cómo hemos mejorado nuestra comodidad vital. La causa está relacionada directamente con nuestro desarrollo, conocimientos médicos y estilo de vida. No en vano, el control de las aguas salubres, nuestra dieta, las vacunas y tratamientos médicos son los factores determinantes que nos ha hecho llegar hasta donde estamos ahora. Si tengo la desgracia de tener un accidente leve, puedo acudir al médico y además de aliviar mi dolor me administrará una vacuna antitetánica, y un antibiótico que evitará que se me infecte la herida. Tenemos tratamiento para numerosas enfermedades y en ningún caso nos planteamos como han sido desarrollados, los posibles efectos secundarios o bien si alguien se está beneficiando de mi dolencia.
Podría asegurar que si un servidor hubiese nacido hace a penas doscientos años ya habría fallecido, por no disponer de los medios necesarios para poder superar algunas de las enfermedades que hoy son consideradas leves o a lo sumo crónicas.
Utilizamos medicamentos diariamente que nos permite disfrutar de una calidad de vida inimaginables hace apenas cien años, incluso a edades avanzadas. Éstos, por supuesto que acarrean efectos adversos y secundarios, pero la balanza se inclina a favor de las ventajas que nos pueden proporcionar en contra de algunos efectos que para una minoría no son tan favorecedores.
Por otro lado, dentro del juego de nuestro sistema económico, cualquier actividad siempre va a intentar cubrir una necesidad, tecnológicas, de ocio, transporte, viajes, educativas e incluso la administración pública, y no va a ser diferente en el caso de las farmacéuticas.
Tenemos que recordar que la investigación está avanzando cada vez a mayor velocidad con cambios significativos después del proyecto Genoma en los años noventa, por las aportaciones de los centros de investigación y la conexión entre ellos, las universidades y la transmisión de datos, cada vez más rápido. Esta revolución está unida al mismo desarrollo que ha experimentado la comunicación con una sistemática inmediatez de las noticias y de la información, impensables hace apenas veinte años.
Los resultados de hoy son consecuencias de la investigación y desarrollo del último siglo e incomparables a otras épocas. No nos deberían de sorprender los tiempos de desarrollo de tratamientos y de diferentes vacunas para encontrar el principio de la solución de una pandemia, porque jamás hemos estado en una situación parecida desde el punto de vista del desarrollo.
En este último año se ha acelerado la maquinaria de la investigación, tanto en el número de estudios como en la calidad en Universidades, centros de investigación, laboratorios y sobre todo hospitales. Desafortunadamente no se ha transmitido al público el titánico esfuerzo que se ha realizado en la búsqueda tanto de un tratamiento como de una vacuna que frente a la imparable expansión del problema. Posiblemente esta falta de información es debida a la falta de recursos para su transmisión a expensas de utilizarlos para encontrar soluciones efectivas, que es ahora lo importante.
No es el momento de especular sobre el estado del gato, ahora lo importante es encontrar la mejor solución con evidencias, estudios y metodología para ir atenuando el agravamiento de la situación. No mates a mi gato, y luchemos por alcanzar una convivencia normalizada.
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