El proyecto Lummic nace de la necesidad de la marca deportiva Amaya Sport de ofrecer un producto mejorado de los ya existentes en el mercado en el sector de iluminación de reacción: focos de luz individuales, sin cables, que se pueden colocar en diferentes puntos para reaccionar ante las señales lumínicas y jugar con ellas a encender o apagar. Hasta la llegada de Lummic, esto se hacía con fines deportivos, y ahora se expande a más ámbitos y públicos.
Como estudio de diseño industrial, en Gauzak nos encargamos de ayudar a las empresas aportando ideas que mejoren sus productos en forma, funcionalidad y fabricación. Por ello, aunque en un primer momento el diseño estaba pensado para un entorno deportivo, como exigía el cliente, durante el proceso de diseño se vio la posibilidad de emplearlo en diferentes entornos. La propuesta fue bien recibida por Amaya Sport, y estos siguieron trabajando para que la aplicación del producto abarcase a varios públicos, hasta llevar el dispositivo a cuatro sectores de población.
Lumnic, un diseño y cuatro públicos
Las aplicaciones móviles permiten acercar la información y la tecnología de forma inmediata a todo tipo de públicos. Desde el momento en el que interactuamos con un producto asociado a una app, recibimos todo tipo de datos monitorizados, como tiempos de uso o marcas, entre otras estadísticas. Gracias a Lummic, los entrenamientos, juegos e incluso las terapias, pueden ser mucho más dinámicas y creativas, ya sea de forma individual o en grupo. Con la aplicación móvil, los usuarios pueden realizar un seguimiento de sus mejoras. En definitiva, revoluciona la forma de entrenar y jugar, ya sea en casa, en un gimnasio o en cualquier lugar. Este aparato lumínico está pensado para usarlo en cualquier entorno, aunque hay cuatro grandes grupos que pueden disfrutar de sus beneficios, ya que puede utilizarse para correr o estando sentado pulsando las luces sobre una mesa.
Jugar estimula el aprendizaje a cualquier edad, es un hecho demostrado. Al tocar una de las luces y que esta se apague es como una recompensa inmediata en el cerebro que te anima a continuar. Por eso este juego de luces, favorece gracias a su tecnología las diferentes dinámicas de interactuación con la aplicación móvil. Así pues, ya sea en entrenamientos de fitness, deportes de equipos, con niños o con mayores, al recibir respuestas lumínicas y/o sonoras, la participación es más estimulante. Aunque una persona juegue sola la interacción con el producto favorece la motivación para seguir jugando o aprendiendo, lo que ayuda a mejorar las facultades. Además, ver los resultados en la aplicación consigue que se pueda hacer un seguimiento de los retos cumplidos, lo que anima a las personas implicadas a continuar.
Fitness y deportes. La tecnología aplicada favorece una gran variedad de entrenamientos, haciéndolos más dinámicos al interactuar con el dispositivo Lummic cuando hay cambios de color y sonidos. En pareja o equipo, los desafíos, competiciones y retos favorecen la mejora de resultados y estadísticas, que se pueden consultar vía app, e incrementan la diversión. Lummic permite mejorar la capacidad de reacción, la distribución en el espacio, la velocidad y generar un estímulo constante entre compañeros para conseguir un mayor progreso.
KIDS. Los niños son otros grandes beneficiados del juego con las luces de reacción de Lummic. A través de estos juegos tecnológicos los más pequeños aprenden sin esfuerzo y con mucha diversión. Al incorporar Lummic a sus juegos, mejoran sus habilidades, tanto cognitivas como sociales, de forma amena y sin darse cuenta de que están aprendiendo. Coordinación, relaciones sociales, velocidad, distribución espacial, asociación de colores y sonidos, reflejos… Se perciben mejoras en todos estos campos, lo que se puede observar utilizando los diferentes programas instalados en la aplicación.
SENIOR. Memoria, movilidad, reflejos… En ocasiones, cuesta involucrar a las personas mayores en actividades para mejorar sus habilidades. Con Lummic este problema está resuelto. Tanto de forma individual como con amigos o acompañantes, se pueden poner en práctica juegos para la mejora auditiva, ejercicios de memoria, de movilidad e incluso de relaciones sociales. Su tecnología permite crear diferentes niveles para ir adaptándose a cada usuario y evolucionar.
El diseño unido a la utilidad
Cuando compras una lámpara esperas que ilumine, cuando adquieres una silla quieres que sea cómoda, y cuando compras un jarrón quieres que pueda contener agua. Por definición, el diseño industrial tiene como premisa crear un objeto que sea útil. El diseño resuelve necesidades. Si un diseño no es funcional, no es un objeto de diseño. El cometido de un buen diseño es que cumpla con unos objetivos estéticos además de funcionales. Así, al seleccionar un objeto que vamos a utilizar porque tenemos una necesidad que cubrir, lo primero que nos interesa es que “funcione”. Sin embargo, si damos por hecho que esa función queda explícitamente resuelta (como pueda ser en un vaso), lo que buscamos inmediatamente, aunque a veces sea de forma inconsciente, es que además nos resulte bonito. “Comemos por los ojos”, no sólo nos pasa con los alimentos sino también con los objetos.
Por todo ello hemos querido resolver en el diseño de Lummic todos los aspectos funcionales y estéticos. Su forma viene dada porque ha de facilitar su uso en superficies tan variadas como el suelo del parque, una mesa o el mismo cuerpo de una persona. Ha sido un producto pensado en su forma para ser atractivo para un amplio espectro de la población, desde jóvenes, niños y mayores de todas las edades o géneros.
Cama, lámpara, mesilla, móvil, cepillo, cafetera, cuchara, azucarero… ¿Qué tienen en común? Que todos estos objetos son de diseño, porque detrás de cada uno de estos productos se esconde un diseñador. Así de relevante e imprescindible es el trabajo de este profesional. Sin esta figura, que queda muchas veces en la sombra, difícilmente nacerían los objetos de consumo masivo que nos rodean. En el proceso de diseño es dónde se toman decisiones de funcionalidad y forma fundamentales. Cuando un aparato está bien diseñado, es intuitiva la forma de usarlo al cogerlo o al interactuar con él, y además el usuario sentirá que es fácil hacerlo. Si un objeto o un aparato te facilita la vida y además te gusta estéticamente, entonces estás notando la importancia del diseño.
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