Le animo a dejar fuera de la pantalla posibles prejuicios antes de reanudar la lectura. La pretensión es reflexionar en voz alta sobre el llamado “Caso VOX”.
¿El auge del partido es un éxito o un riesgo? Hay quien lo ve como un peligro para España.
Las revistas dominicales presentan casos de artistas, emprendedores, personas de toda condición que en algún momento «han dado el pelotazo». ¿Cómo han obtenido éxito sin apoyo de ningún tipo? Suelen ser las preguntas.
¿A qué se debe que esta o cual persona partiendo de una idea original haya llegado a la cumbre? Ejemplos de emprendedores o empresas emergentes (Startups), etc.
Nos preguntamos y les inquirimos queridos lectores, para que en su silencio respondan. Y si luego, además, quieren compartirlo en sus tertulias, estupendo, háganlo
No valoramos el programa del partido VOX, ni a sus líderes, ni a sus seguidores. Pero sí nos cuestionamos ¿Qué tipo de democracia se vive en España? La democracia sí habita en España, pero ¿Y personas democráticas? Esa es la cuestión.
Un hecho indiscutible
Como afirma el escritor Sánchez Dragó: “Santiago Abascal es el personaje del año. Abascal ha puesto en jaque al resto de partidos políticos, obligándoles a replantearse temas importantes”. La afirmación del escritor cae por su propio peso, es innegable.
La película nacional
Nos han acostumbrado a ver la película de la política nacional en clave de buenos y malos… ningún político ha tenido aciertos en su gestión, ninguno ha cometido errores. Una película dentro del género del drama.
Pero lo cierto es que la película de la política española es de serie B, como las italianas de los años 50, de romanos, donde rocas enormes botaban sobre las cabezas de los actores y seguían rebotando, pues igual.
Una película de terror
VOX pareciera el título de una película de Stephen King, pero no, solamente es un partido político.
En su corta trayectoria política y sin haber llegado aún al Parlamento nacional, sufre más ninguneo y rechazo mediático que ningún otro partido político en los más de 40 años de vida democrática española, ¿por qué?
Ni siquiera partidos políticos, aún legales, llenos de personas afines al terrorismo, y ex terroristas, padecen el acoso sufrido por VOX. Ni partidos y personas que sí han cometido delitos y pretenden la ruptura de España. Ni organizaciones que abogan por un sistema político al estilo del Régimen franquista. Ninguno es tratado e insultado como el partido VOX, ¿por qué?
Aún a VOX no le ha dado tiempo a padecer corrupción en sus filas, ni a traicionar su programa político con la decepción de su votantes. Sin embargo, el resto de los principales partidos que nos representan en el Parlamento, sí. No una, sino varias veces, todos.
No se recuerda por ejemplo, que al PSOE o al PP o a Ciudadanos, o a Podemos se les negara organizar un acto electoral en una ciudad. Pero a Vox, sí, ¿por qué?
Este partido VOX, hasta la fecha, emite opiniones y propuestas, acertadas o desacertadas, realistas o utópicas, que atraigan o provoquen rechazo, justificadas o injustificadas
Los críticos
Tras la presentación de esta película de terror en Vistalegre el pasado mes de octubre, un fenómeno poltergeist tomó posesión de los medios de comunicación, todos, sin excepción.
Nos hicieron revivir el ataque de los japoneses en Pearl Harbor. Titulares a golpe de sirena en modo «prevención» y «alerta», porque «llega el coco» a la política española ¡La ultraderecha!
Algo sin precedentes, ¿por qué?
Razonando
¿Quebranta VOX los derechos humanos en sus propuestas? ¿Vulneran la Constitución? ¿Sus bases muestran odio, violencia y agreden físicamente a otras personas?
A este partido, movimiento social, llámese como se quiera, se le acusa de todo y sin defensa posible, desde los periodistas más ponderados del panorama nacional, pasando por todos y cada uno de los líderes políticos, ¿por qué?
Exceptuando al líder del Partido Popular, Pablo Casado, quien desde el resultado andaluz comprendió que el respeto debía ser una exigencia si quería llegar a pactos políticos
Comparaciones… inevitables
Resultan más inauditas las reacciones al contemplar la impunidad con la que personajes políticos, como el candidato del partido socialista, Sánchez Castejón, se exhibe. Un pla-gia-dor. «El candidato socialista en lo único que muestra coherencia es en la mentira» (Ignacio Camacho, tertulia de COPE 8/4/2019).
Pero en esta tragicomedia nacional nadie grita, ni se inmuta, ni se ofende, ni se indigna, nadie exige su dimisión por falta de ejemplaridad en un cargo público, ¿por qué?
Los extras
A VOX se le amenaza desde la Fiscalía General del Estado, porque en un mitin uno de sus dirigentes afirma que “la mayor amenaza para Europa y para España es la posible invasión islamista”, ¿por qué?
Sería interesante descubrir la opinión de los núcleos urbanos de España donde abundan ya más barrios llenos de personas magrebíes (en su mayoría) que españolas. Algeciras, el Levante español, zonas de Andalucía, áreas grandes de Cataluña, etc.
Un imán de Sevilla escribe una carta deleznable a SM el Rey exigiéndole que pida perdón, por lo que desde su óptica hicieron mal los Reyes Católicos al expulsar a los últimos nazaríes de Granada, pero nadie dice nada, ¿por qué?
¿Nadie cae en la cuenta de los miles de retornados europeos que han militado estos años en el DAESH? ¿Cuántas viudas esclavizadas de estos bárbaros regresan a sus países con sus hijos nacidos de esos “héroes” que han cortado cabezas y quemados vivos a seres humanos?
La mediocridad disfrazada de bien
Normalmente lo mediocre, por no decir lo malo, es ruidoso, exagerado, poco racional y nada intelectual. La mediocridad de las malas ideas que padecemos en estos tiempos se expresa sin educación, sin diálogo, desprecia, manipula, no aporta argumentos de peso, busca violentar los ánimos y convencer a la masa que no piensa, exudando vísceras en lugar de propuestas coherentes.
El rigor, la veracidad o el bien, por el contrario, suele mostrarse coherente, sin variar el discurso, con argumentos, principios, gusten o no gusten, atraigan o provoquen rechazo.
Si no… ¿Por qué se veta la participación de Vox en los debates televisados? ¿Está justificado ese veto porque no tienen representación parlamentaria? ¿Qué dicen las estadísticas de asistencia a mítines de campaña electoral?
Entonces volvemos a preguntarnos, ¿qué democracia se vive en España? ¿Buena para unos si todo concurre según sus postulados? ¿Mala para otros si encuentran posiciones opuestas?
¿No que la democracia se trata de un diálogo respetuoso para llegar al arte de la política que certifica pactos por el bien común?
Estos hechos, los que objetivamente se observan con el trato a VOX, coinciden con la historia de los perseguidos, casi siempre a los buenos, o por lo menos, a los que te hacen reflexionar y recuerdan que aún hay fallos en el sistema, se les intenta silenciar.
Y cabe preguntarse, ¿por qué?
Quizá ante este… análisis nos pregunte el lector: ¿quieren ustedes decir que VOX representa el lado bueno de las cosas y el resto de los partidos el mal? No, sólo constatamos que este partido político sufre una persecución desmedida, irracional y llamativa en comparación al resto.
Porque sin rigor ni excelencia, todo es más manejable.
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