Tatiana Ţîbuleac, la escritora moldava, autora de «El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes», muestra una gran fuerza narrativa en esta novela, testimonio que muestra la mezcla del resentimiento, la impotencia y la fragilidad de las relaciones maternofiliales. Esta es una novela llena de emoción y crudeza donde se entrelaza la vida y la muerte en una búsqueda del amor y el perdón.
Aleksy aún recuerda el último verano que pasó con su madre antes de que muriera. Han transcurrido muchos años desde entonces, pero, cuando su psiquiatra le recomienda revivir esa época como posible remedio al bloqueo artístico que está sufriendo como pintor, Aleksy no tarda en volver a su memoria y vuelve a revivir las emociones que lo asediaron cuando llegaron a aquel pueblecito vacacional francés: el rencor, la tristeza, la rabia.
¿Cómo superar la desaparición de su hermana? ¿Cómo perdonar a la madre que lo rechazó? ¿Cómo enfrentarse a la enfermedad que la está consumiendo?
El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes es el relato de un verano de reconciliación, de tres meses en los que madre e hijo hacen tregua, espoleados por la llegada de lo inevitable y por la necesidad de hacer las paces entre sí y consigo mismos.
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