fbpx
No Result
View All Result
Newsletter
Woman Essentia
  • Inicio
  • Punto de Vista
    • Woman Essentia
    • Opinamos
    • Actualidad
    • Encuestas
  • Personas
    • Protagonistas
    • Familia y Educación
    • Hicieron Historia
    • Jóvenes
    • Trabajando en Primera Persona
  • En Armonía
    • En armonía
    • Cocina
    • Deportes
    • Salud y Belleza
    • Moda
    • Viajar
  • Del presente al futuro
    • Ética
    • Mundo económico
    • Aprendemos
    • Transformación Digital
    • Tecnología
  • Arte y Cultura
    • Arte
    • Cine y Series
    • Libros
    • Relatos y Cuentos
    • Excelencia Literaria
    • Escuchando
    • Un poco de Historia
  • Un mundo mejor
  • Inicio
  • Punto de Vista
    • Woman Essentia
    • Opinamos
    • Actualidad
    • Encuestas
  • Personas
    • Protagonistas
    • Familia y Educación
    • Hicieron Historia
    • Jóvenes
    • Trabajando en Primera Persona
  • En Armonía
    • En armonía
    • Cocina
    • Deportes
    • Salud y Belleza
    • Moda
    • Viajar
  • Del presente al futuro
    • Ética
    • Mundo económico
    • Aprendemos
    • Transformación Digital
    • Tecnología
  • Arte y Cultura
    • Arte
    • Cine y Series
    • Libros
    • Relatos y Cuentos
    • Excelencia Literaria
    • Escuchando
    • Un poco de Historia
  • Un mundo mejor
No Result
View All Result
Woman Essentia

Maneras de encarar los nubarrones

Miguel Aranguren por Miguel Aranguren
6 septiembre, 2020
en Opinamos
0
0
Home Punto de vista Opinamos
Compártelo en FacebookTuitéaloPublica en Google Comparte en LinkedInCompartir en PinterestCompartir por WhatsappEnviar por mail

Entramos en septiembre con el desasosiego de quien se decide en invierno a tomar un baño en el mar: poco a poco, mojándonos primero el extremo del dedo gordo del pie derecho para probar la temperatura. Y, ¡ay!… qué fría está. Quisiéramos regresar al verano y quedarnos en él, pero no hay vuelta atrás: vivimos en la caja de humos de una locomotora, siempre abriendo camino, descubriendo el paisaje que renuevan las horas sin solución de continuidad.

Los reencuentros (“¿cómo te han ido las vacaciones, en dónde las has pasado, has descansado?…”) vienen tiznados por la ceniza del desasosiego. El virus, que fue letal en marzo, abril y mayo, pareció darnos un respiro –solo un respiro– en el mes de junio y aunque se nos coló en el estío, decidimos disfrutar del sol que todo lo cura, salvo la certeza de que este cuento de terror no ha finalizado.

Cabe colocarse de espaldas a la realidad, como si septiembre no fuera con nosotros, lo que me trae a la memoria una vivencia de mi padre: en la posguerra, cuando España era un país hambriento, tuvo un vecino de edificio que protestaba por todo, también por el ruido que hacían aquellos catorce hermanos que vivían un piso por encima del suyo. Que si carreras por aquí, que si carreras por allá, que si gritos y más gritos por el patio de luces, que si la radio encendida, que si el ascensor y el montacargas siempre ocupados… Aquel hombre utilizaba la protesta como anteojeras con las que cubrir la realidad de un Madrid malherido en el que faltaba de todo, también carbón para prender las calefacciones de un invierno inacabable. Hasta que un día dejó al descubierto su bajeza, al confiarle a mi abuela que caldeaba su piso con el vapor del agua caliente: de la mañana a la noche dejaba correr los grifos de la bañera, del lavabo, del fregadero… aprovechando –quizá– la gratuidad del servicio del Canal y –quizá– del gas por ser empleado de la suministradora. Mi padre, que desde niño tuvo carácter justiciero, decidió darle una lección: tomó el teléfono y marcó el número de una famosa mantequería, haciéndose pasar por el hijo del protestón, a la que solicitó el servicio a domicilio de todo tipo de exquisiteces. Fue la empleada de hogar la que recibió el generosísimo mandado que portaban tres mozos del ultramarino, la que guardó en la fresquera aquellas viandas y la que firmó la factura, que pasó a engrosar la cuenta mensual del susodicho en la mantequería, quien hasta el día de su muerte rumió la sospecha de que había sido víctima de aquella familia numerosa.

Me atrevo a proponer una manera distinta de encarar septiembre: viviendo los unos por los otros, sosteniéndonos, acompañándonos en lo malo y en lo menos malo, y también en lo bueno.

Ante este septiembre cabe también hacerse el loco, como lo han hecho algunos jóvenes durante julio y agosto, que no han dudado en hacer caso omiso a los protocolos dictados por las autoridades a pesar del riesgo cierto de contagio y propagación. Es un modo de morir matando, de llevar hasta el extremo el individualismo de quien cree haber nacido por y para divertirse.

Ante ese murallón de nubes amenazantes cabe, por supuesto, dejarse maniatar por el miedo. Superarlo se antoja una tarea titánica, pues nos golpean los titulares de los periódicos, las noticias de la televisión y la radio, el desfile infinito de mascarillas, los vaticinios infaustos de los políticos y las puertas de los hospitales, que confundimos con la boca sucia de los ogros sin considerar que en su interior se encuentra la primera línea de la batalla.

Ni vivir de espaldas a la realidad, ni la fingida ignorancia ni el miedo parecen maneras correctas de avanzar por este curso recién estrenado. Tampoco es cuestión de que nos envolvamos en una mentira optimista. La realidad no es la mejor: ni para la salud ni para la economía. Llegan meses –años, según los expertos– de pérdidas, de paro, de ruina. Meses –años, parece– en los que el virus seguirá flotando a sus anchas con más o menos fuerza invasora. Pero me atrevo a proponer una manera distinta de encarar septiembre: viviendo los unos por los otros, sosteniéndonos, acompañándonos en lo malo y en lo menos malo, y también en lo bueno. Al fin y al cabo, vivir es compartir un mismo destino.

¿Te gustaría recibir notificaciones sobre este artículo de nuestra revista?

Eliminar suscripción
Artículo anterior

Comienza el nuevo curso. Nos queda la palabra… y la mirada.

Artículo siguiente

Tu ansiedad afecta a tus hijos, ¡no se la transmitas!

Miguel Aranguren

Miguel Aranguren

Miguel Aranguren (1970), es uno de los novelistas contemporáneos que ha publicado a más temprana edad (su primer libro apareció en la editorial Espasa cuando acababa de cumplir 19 años) y uno de los articulistas más incipientes del periodismo español, firmando su primer artículo en El Mundo a los veintitrés.

Relacionados Entradas

santa isabel
Opinamos

Dios existe, por tanto seamos felices

A finales del siglo XIX vivió una mujer singular, Isabel Catez. De origen burgués, abandonando una prometedora carrera musical, entró...

por Alfonso Crespo
6 mayo, 2022
45
eutanasia
Opinamos

Cuando la política tiene en cuenta el conocimiento y no solo la opinión

 Aunque parezca obvio, no es lo mismo opinar que saber. Confundir la opinión con el conocimiento se vuelve mucho más...

por Miguel Pastorino
25 abril, 2022
442
los juegos
Opinamos

La partida

En la secuencia que describe el genoma humano, que es una ristra casi infinita de combinaciones de letras y números,...

por Miguel Aranguren
18 abril, 2022
47
Artículo siguiente
ansiedad

Tu ansiedad afecta a tus hijos, ¡no se la transmitas!

¿Qué te pareció este artículo? Deja tu opinión:

Suscríbete a nuestra Newsletter

Facebook Twitter LinkedIn Pinterest Instagram YouTube RSS

Woman Essentia

  • Quiénes somos
  • Contacto
  • Colabora con nosotros
  • Publicidad
  • Politica de Privacidad
  • Política de Cookies

Blogs Essentia

  • Tu look habla
  • El blog de Miguel Aranguren
  • Mis ideas cotidianas
  • Empezando desde SEO
  • El blog de Lourdes Ojeda

¿Sobre qué quieres leer?

  • Actualidad
  • Aprendemos
  • Arte
  • Arte y Cultura
  • Cine y Series
  • Cocina
  • Deportes
  • En Armonía
  • Encuestas
  • Ética
  • Excelencia Literaria
  • Familia y Educación
  • Hicieron Historia
  • Jóvenes
  • Libros
  • Moda
  • Mundo económico
  • Naturaleza, Ciencia y Tecnología
  • Opinamos
  • Personas
  • Protagonistas
  • Punto de vista
  • Relatos y Cuentos
  • Salud y Belleza
  • Trabajando en Primera Persona
  • Transformación Digital
  • Un mundo mejor
  • Un poco de Historia
  • Viajar
  • Woman Essentia

Contenidos

  • Personas
  • Del presente al futuro
  • Arte y Cultura
  • Salud y Belleza
  • Solidarias

Newsletter

© 2019 WomanEssentia

No Result
View All Result
  • Portada
  • Personas
  • Salud y Belleza
  • Del presente al futuro
  • Arte y Cultura
  • Solidarias
  • Blogs Essentia
  • Punto de vista

© 2019 WomanEssentia

Welcome Back!

Sign In with Facebook
OR

Login to your account below

¿Has olvidado la contraseña?

Create New Account!

Fill the forms below to register

*Al registrarte en nuestro sitio web, entendemos que has leído y aceptado nuestraPolítica de privacidad.
All fields are required. Log In

Retrieve your password

Please enter your username or email address to reset your password.

Log In
Suscribete

Ediciones Essentia SL gestiona esta página web y utiliza cookies y tecnologías similares (en adelante "Cookies"). Algunas Cookies son necesarias para hacer accesible esta página. Otras Cookies nos permiten analizar y medir las audiencias y el tráfico de la página web. Las Cookies también son utilizadas para mostrar publicidad que es más relevante para sus intereses ("Cookies Publicitarias basadas en intereses"), tanto por nosotros como por anunciantes y otros socios. Puede pulsar en el enlace "Panel de Cookies" más abajo para revisar el tipo de Cookies que usamos tanto nosotros como terceros que pueden instalar Cookies publicitarias basadas en intereses en esta página. Puede ajustar sus preferencias de Cookies en cualquier momento utilizando el Panel de Cookies. Para continuar en la página web sin Cookies Publicitarias basadas en intereses, pulse en el botón "X" en la esquina superior de este mensaje. Para aceptar el uso de Cookies Publicitarias basadas en intereses en esta página web pulse "Acepto" más abajo. Política de Cookies.