Dice un bello poema:
Me siento muy a gusto siendo rueda que gira y gira ayudando a los demás. Me siento muy a gusto siendo pieza del engranaje de la humanidad. Soy una gota de río que avanza y ola soy, subiendo la marea, brizna de paja, oculta en las ramas, de humilde choza de una vieja aldea. Me muevo al ritmo que se mueven otros arriba y abajo, aquí y allá, ignorando, aún viviendo entre ellos, ni de dónde vienen ni a dónde van. Pero soy feliz sintiéndome rueda que gira siempre sin parar o siendo brizna de paja, quieta. Pues mi vida es eso... ¡Colaborar!
Así amigos debe ser nuestra vida. Una donación sin importarnos si estamos en movimiento o quietos, si se nos ignora o se nos ensalza.
Si cada persona se tomara al pie de la letra el mensaje que ese poema nos transmite, pronto acabaríamos con los odios, con la pobreza, con la soledad y la incomprensión.
Si cada uno de nosotros ponemos nuestro hombro al lado del hermano, estaremos contribuyendo a crear un engranaje firme, en que todo funcionará perfectamente.
Salgamos de nosotros para ofrecer a los que nos rodean nuestra ayuda. Dejemos a un lado nuestra comodidad, y regalemos lo mejor que tenemos a los demás. Solo así podremos ser felices, porque sabremos que estamos contribuyendo a crear un mundo mejor.
¿Qué te pareció este artículo? Deja tu opinión: