“A los pioneros les llueven las flechas, pero son los colonos los que se quedan las tierras”
Esta frase suele utilizarse para describir la conquista del Oeste americano. Cuando una nueva frontera llamada Internet se desplegó en China, Jack Ma estuvo decidido a convertirse en uno de los colonos, después de ser pionero y recibir, por cierto, muchas flechas.
En tan solo 15 años, Jack Ma un modesto profesor de inglés, creó una de las empresas más grandes del mundo y en 2014 protagonizó la salida a Bolsa más importante de la historia. Se ha convertido en un icono para el mundo porque Alibaba, la empresa dueña de AliExpress es la tienda online que ha superado a Amazon y a Walmart. Jack Ma también tiene otras plataformas menos conocidas en occidente pero muy importantes en China
Ediciones Urano, en su colección Indicios, nos presenta “Alibaba y Jack Ma”, un texto interesante cuyo autor Duncan Clarck conoció al emprendedor chino en 1999 cuando el proyecto daba sus primeros pasos y la empresa tomaba forma desde una pequeña oficina improvisada en la cocina de su casa.
Todo encajaba porque desde principios de la década de 1980, el gobierno chino empezó a reconocer a sus empresarios: clasificados como getihu- literalmente “unidades de un solo cuerpo” o empresas individuales, y siying giye o negocios de propiedad privada.
Los primeros emprendedores, los getihu, no fueron gente que dejaba un trabajo estable de funcionario, sino más bien los que no tenían nada que perder. Principalmente trabajadores del medio agrícola que ocupaban una posición muy baja en la escala social, lo que incitaba a tomarlos como “mercachifles”. Pero a medida que se hicieron más ricos también se fueron convirtiendo en blanco de resentimientos y burlas por culpa del éxito y sus patentes.
Jack es la cara de Alibaba. De baja estatura y muy delgado, hay quien lo compara con E.T. en alusión a su supuesto parecido. Sin duda no tiene el aspecto típico de gran empresario, pero sí posee todos los símbolos que lo asocian con el cargo, es decir, las mansiones de lujo por todo el mundo y el jet privado. Tampoco actúa de manera convencional: en una de sus imágenes que más han circulado por Internet podemos verle con cresta, pendientes en la nariz, maquillaje, incluidos los labios pintados de color negro. Jack Ma aúna el espectáculo con la pasión por desafiar los estereotipos.
Le gusta describirse “Cien por cien made in China”. Y resalta, siempre que tiene ocasión, que es el fundador de una empresa de tecnología sin tener conocimientos tecnológicos.
“No tengo un padre rico ni poderoso, ni siquiera un tío. Nunca he estudiado fuera de China. Incluso en la actualidad sigo sin entender de qué va todo el tema de la codificación, sigo sin comprender la tecnología que hay detrás de Internet. Soy un tipo muy sencillo, no soy inteligente. Todo el mundo cree que Jack Ma es muy inteligente y puede que tenga cara de listo pero el cerebro lo tengo de tonto”
Jack ha forjado su carrera a base de ser subestimado. Sin embargo sus logros ilustran más bien lo contrario.
“Si eres uno entre un millón en China, eres uno entre 1.300 personas.” BILL GATES.
La habilidad de Jack Ma para engatusar y camelar ha desempeñado un papel fundamental a la hora de atraer talento y capital a su empresa; forjando su propia fama. Los que le conocen bien afirman que posee una combinación única, versión china, de cotorreo y osadía.
Nació el 10 de septiembre de 1964, el Año del Dragón, en Hangzhou- una ciudad a unos 160 kilómetros al suroeste de Shanghái. Sus padres le pusieron el nombre de “Yun” que significa nube. Su apellido “Ma”, coincide con la palabra china “caballo”. Su madre trabajaba en la línea de ensamblado en una fábrica; su padre era fotógrafo. Los dos compartían la pasión por el pingtan, una forma de arte folclórico chino que implica cantar baladas y representar números cómicos al ritmo de una especie de castañuelas de madera de estilo chino. Precisamente la exposición a esta manifestación artística podría ayudar a explicar la facultad de Jack como comunicador.
A finales de 1978, cuando Jack tenía catorce años, China emprendió una nueva política de puertas abiertas para captar inversión y capital extranjero. Ese año, tan solo 728 turistas visitaron Hangzhou, al año siguiente la ciudad recibió cuarenta mil. Fue una oportunidad para el adolescente.
“Cada mañana a las cinco, me ponía a leer en inglés delante del hotel. Había muchos turistas de Estados Unidos y Europa. Yo les hacía de guía y los acompañaba a dar una vuelta por el Lago del Oeste sin cobrarles, a cambio de que me enseñaran inglés. Así estuve nueve años. Practicaba inglés todas las mañanas, aunque nevara o tronara”
Una turista estadounidense cuyo padre y marido se llamaba Jack le sugirió el nombre y,a partir de entonces, Ma Yun empezó a ser conocido en inglés como Jack.
En enero de 1994, a punto de cumplir veintinueve años, fundó la Hangzhou Haibo Traslation Agency, también conocida como Hope Translations. En sus inicios sólo contaba con cinco trabajadores y Jack animaba a sus alumnos de las clases nocturnas de inglés a que le echaran una mano. El primer negocio se centró en ayudar a las empresas locales a encontrar clientes en el extranjero. Tenía las ideas muy claras: “Si la industria tradicional y el comercio electrónico se unen con éxito, la siguiente ronda de desarrollo económico de China no tendrá límites”.
En su empeño por la originalidad, en Alibaba Jack ha codificado hasta sus propios valores de empresa en algo que llama” Espada del Espíritu de los Seis Vetas”: el cliente lo primero, trabajo en equipo, acoger el cambio con los brazos abiertos, integridad, pasión y compromiso.
Este libro que hoy presentamos, finalista del Premio Best Business Book 2016, es una obra esencial para quien quiera entender la economía actual del gigante asiático. En sus páginas podemos conocer las vicisitudes económicas y sociales que se han vivido en los últimos años en el mundo y especialmente las protagonizadas en y por China.
También se profundiza en los tópicos que manejamos y que no se ajustan a la realidad: cualquiera que piense que los chinos solo copian o roban tecnología de Occidente, debería leer este libro y recapacitar. Es más, estas valoraciones son propias del desconocimiento sobre el cambio profundo que muchas personas influyentes como Jack Ma pretenden establecer en su país: “los chinos solían enorgullecerse de ser la fábrica del mundo. Ahora todo el mundo se está dando cuenta de los costes que entraña esa fábrica. Nuestra agua ya no se puede beber, nuestra comida es incomestible, nuestra leche es puro veneno, y, lo peor de todo, el aire de nuestras ciudades está tan contaminado que muchos días no podemos ver el sol”.
Especulaciones, rumores, inversiones, desmentidos, teorías conspiratorias, ambiciones, fracasos, reflexiones filosóficas, compromisos medioambientales; son muchos los aspectos que se presentan, desarrollan y disuelven en este libro dedicado a la persona de Jack Ma, el líder más famoso de la economía china. “La mayoría de la gente cree que Alibaba es una historia. No es solo una historia, es una estrategia”.
Feliz lectura