Isidro tiene 59 años y trata de salir del paro, Desiderio lleva tiempo jubilado y Arturo es un maduro y exitoso escritor de novelas románticas. Los tres se unirán para sacar adelante una guardería y tratarán de demostrar que nunca es tarde para emprender.
Sobre el director
Detrás de esta dramedia sobre la tercera edad está un joven director extremeño, Santiago Requejo, que se estrena en el largo después de una exitosa carrera como director y guionista de campañas publicitarias virales de indudable eficacia. En sus anuncios y cortometrajes, Requejo siempre ha demostrado un don para escuchar las aspiraciones del hombre y la mujer actuales y mover los resortes emotivos necesarios para convertir estos deseos en valores a los que adherirse. Cualquiera que haya visto un video de la productora de Requejo 2:59’ sabe que son llamadas a la acción, prueba de esto es la campaña que ha impulsado con esta misma película (mira el video de abajo, cuando hayas terminado de leer la crítica).
La película y su mensaje
En Abuelos, Santiago Requejo parte de una realidad que, como él mismo confiesa, nace de la simple observación cotidiana. Decenas de niños pasan las horas en el parque con sus abuelos, hombres y mujeres todavía jóvenes y muy capaces pero que el mercado laboral ha desterrado como material inservible. Estos abuelos, se vio en España con motivo de la crisis económica y se sigue viendo ahora, son los que están sacando adelante a muchas familias. Quizás no en lo monetario, o no solo en lo monetario, sino en el cuidado, en la educación de la infancia y en el soporte social que todos necesitamos de una manera o de otra. Sin embargo, es corriente ver también como estas personas mayores son muchas veces presas de la precariedad, la soledad o el abandono.
La película acierta en la radiografía social y en el problema humano y resulta además oportuna en una sociedad que empieza a abrir los ojos a otros valores que no son la juventud, el poder o el éxito
El Papa Francisco habla de esta realidad con una expresión especialmente feliz: cultura del descarte. Una cultura contemporánea, alimentada por un capitalismo y consumismo salvajes, que tiende a arrojar a la cuneta a aquellos que –aparentemente- ya no necesita.
La película acierta en la radiografía social y en el problema humano y resulta además oportuna en una sociedad que empieza a abrir los ojos a otros valores que no son la juventud, el poder o el éxito. Frente al imperio de la imagen y la dictadura del like, Abuelos habla de la importancia de la experiencia, de la riqueza de una familia unida o del bien inestimable que supone una amistad duradera.
Para sacar adelante una historia narrada en tono agridulce y más cercana al drama social que a la comedia, Requejo cuenta con un buen plantel de actores maduros que interpretan con convicción unos dramas personales en los que se echa de menos algo más de desarrollo y sentido del humor. El final abierto es un canto a la esperanza y toda una declaración de intenciones: la tercera edad no es una puerta que se cierra, es una ventana que se abre.
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