“Es triste que a estas alturas sigamos defendiendo la dignidad de la mujer comparándola con un cuerpo (¿dónde está el cerebro?), y sus aspiraciones, hacer lo que te apetezca con él (me refiero al cuerpo, no al cerebro)… pero eso sí, con look gorrito rosa con orejas de gatito.”
Creo que todos somos conscientes de las patochadas que en muchos (y no puedo decir pocos) momentos ha dicho nuevo presidente americano electo, y señalo electo.
También aquí en España tenemos a menudo algunas intervenciones políticas disparatadas y en contra de las libertades, por parte de representantes políticos de partidos que han llegado al poder gracias a pactos oportunistas y desgraciadamente, no por conseguir el número de votos necesarios para poder gobernar. Pero igual que les tenemos que dar una oportunidad aquí, en EEUU debería ser cuanto menos lo mismo.
“Es triste que a estas alturas sigamos defendiendo la dignidad de la mujer comparándola con un cuerpo (¿dónde está el cerebro?), y sus aspiraciones, hacer lo que te apetezca con él…y con look gorrito rosa con orejas de gatito.”
Este ha sido el mensaje más aireado, pese a que, estoy segura, muchas de las manifestantes asistieran a la convocatoria del pasado domingo, con muy buena voluntad y con el convencimiento de que iban a defender el cumplimiento de nuestros derechos, que son simplemente derechos humanos.
Esta no sería mi manifestación, no veo frases que hablen de:
- La denuncia de los desgraciados actos (violaciones masivas, torturas, vejaciones de todo tipo) en contra de las mujeres por parte de ISIS, ni la petición de que sean soltadas todas las niñas y mujeres que permanecen secuestradas.
- NO VEO peticiones de socorro, de ayuda para esa niñas y mujeres que han sufrido por causa de ISIS, refugiadas y que están gravemente enfermas como el caso de Sahar.
- NO VEO denuncias que exijan que pare la violencia de género.
Al fondo carteles de Planned Parenthood, que perdió las subvenciones por traficar con órganos de bebes abortados.
- NO VEO denuncia sobre la cosificación de la mujer.
- NO VEO reivindicaciones sobre el derecho al acceso igualitario a la educación de muchas niñas en algunos países del mundo.
- NO VEO denuncias sobre la igualdad real de oportunidades de la mujer en muchos países del mundo.
- NO VEO reivindicaciones sobre la igualdad de salarios ante un mismo trabajo desarrollado.
- NO VEO denuncias por esclavitud sexual y abuso al que están sometidas muchas niñas y mujeres del mundo.
- NO VEO peticiones de acuerdos educativos institucionales con países en los que, debido a causas religiosas, históricas o culturales, la mujer sigue estando sometida a la voluntad del varón cabeza de familia, o sufre un trato inferior por ser mujer.
- NO VEO apoyo a la Marcha por la Paz de las mujeres de Israel, que reclaman un futuro mejor para sus hijos.
- NO VEO demandas de normativa para conseguir una flexibilidad laboral o coherente para poder conciliar realmente la doble faceta maternal y laboral de la mujer.
- No veo peticiones que apoyen la maternidad y a las mujeres en situaciones de riesgo por querer ser madres.
- Y sigo sin ver cordura en la petición de derechos

Se nos llena la boca de la palabras derechos y libertad, y toda esa supuesta libertad termina cuando topa con los derechos del otro, incluidos los de aquellos que no tienen voz, los de los hijos que están por nacer y tienen dignidad propia y no son un apéndice nuestro, los derechos de los padres a educar a sus hijos según de sus principios…y tantas situaciones más que podría citar y están pasando a nuestro alrededor, y …que están recogidas en la Carta de las Naciones Unidas y no se cumplen.
«Pensé que por ser contra Trump, esta manifestación iba a ser más intelectual, pero este aspecto de la mujer ha brillado por su ausencia. “

La anterior gran marcha sufragista reivindicaba el voto de la mujer y sus derechos, puede decirse que esta ha sido un popurrí al margen de toda comparación. Pero la realidad muestra que ha sido una manipulación total de la ideología extrema y un tema político, pagada y organizada por ciertos lobbies. Es el propio New York Times quién hace un repaso de la procedencia de los fondos que han financiado esta manifestación.
Y por tanto… a esta no me apunto.
Fuente: Publicación del The New York Times