En pocos días los niños han de retornar al colegio, las rutinas y la responsabilidad. Hemos podido conocer recientemente por un estudio de la empresa especializada en contenidos digitales para niños en inglés, Lingokids, realizado a 600 familias con hijos menores de 10 años, que 6 de cada 10 progenitores recibían con estrés el inicio de las vacaciones escolares que ahora están llegando a su fin.
Del informe se rescataba que la mitad de las familias sentían nerviosismo por la dificultad de organizar la logística de los tres meses sin colegio; para el 10% restante, por el hecho de convivir con los niños las 24 horas del día.
Respecto al uso de dispositivos electrónicos, el 62% de los padres consultados estimaban que sus hijos pasarían de 1 a 3 horas utilizando dispositivos electrónicos durante sus vacaciones, algo que expertos en educación recomiendan que se enfoquen también en contenidos educativos para el repaso.
Desde Lingokids, recuerdan la importancia de supervisar padres y familiares el uso de los dispositivos electrónicos por parte de los niños para garantizar un uso saludable, por el tiempo y los contenidos.
Para los niños, el inicio del curso escolar puede suponer un periodo de adaptación difícil. Como padres, podemos ir iniciando rutinas a estas alturas con tranquilidad. Julia B. Rodríguez, profesora de Infantil y Primaria, explica que, a días del comienzo del nuevo curso escolar, podría evidenciarse: la falta de apetito, las alteraciones del sueño, incluso pesadillas, el agotamiento o la irritabilidad y el niño podría sentir angustia y temor frente a la idea del regreso al centro educativo. Sin embargo, es algo que cesaría en pocos días.
Organización y responsabilidad en los niños
Ha de volver la organización y responsabilidad a la vida del menor, con la inestimable ayuda y asesoramiento de los progenitores. Asimismo, los adultos pueden favorecer a que el hijo sienta ganas de emprender una etapa nueva dando un buen ejemplo. “Los adultos hemos de mostrar disposición y compromiso frente a las tareas y el trabajo”, manifiesta la profesional.
“Al niño se le puede decir que va a enfrentar un curso nuevo y estará con sus amigos o conocerá a otros nuevos de los que aprender y con los que divertirse y, además, harán tareas, actividades y excursiones o visitas divertidas que les interesará descubrir”, clarifica esta docente.
Respecto al uso de pantallas, todo debe mejorar y el control por parte de los padres ha de instaurarse nuevamente en el hogar. Por ejemplo, debe prohibirse su uso en la mesa, a la hora de las comidas donde se puede hablar de todo lo hecho en la jornada o exponer diversos temas de los que debatir.
Expertos en psicología indican que en los dormitorios no debe haber televisores ni teléfonos móviles o tabletas puesto que la tentación de utilizarlas en horas nocturnas será muy posible. Lo recomendable es leer un cuento o libro para niños antes de dormir y no resulte excitante y active en demasía el sistema nervioso.
También puede instalarse una app para limitar el uso de dispositivos. Cuando el tiempo determinado remate, la app bloquea aplicaciones que el menor esté usando.
Enfrentar un curso nuevo con tiempo
A lo largo de estas semanas de vacaciones de los niños, a la vez que uno se libera de ciertas obligaciones, rutinas, actividades y tareas propias del curso escolar, se incorporan otras, propias de las oportunidades que posibilitan el verano y el descanso y tiempo libre familiar.
Luciana Maccio Pennisi, psicopedagoga y psicóloga, recuerda a los padres que, al comenzar a planificar la vuelta a la rutina, es importante tener presente que los niños también necesitan hacerse a la idea de que el descanso y la diversión, los viajes y fiestas se están acabando. Los padres deben hablar de ello para propiciar convenientemente la transición. “Será más fácil y productivo transmitir el regreso a las rutinas con aceptación como parte de la vida familiar quitando, en lo posible, cualquier dramatismo, queja o lamento. También será beneficioso mantener el espíritu positivo recordando juntos lo disfrutado y agradeciendo la oportunidad de reponer energías”, sostiene esta especialista.
Asimismo, la experta en psicología infantil y juvenil, dicta que para los niños resultará muy bueno ajustar progresivamente los ciclos de sueño y horarios de alimentación a los deseados durante el curso. “Para los menores en edad escolar, tareas como comprar lo necesario para el colegio, revisar los libros nuevos o acordar nuevos hábitos como en el caso de la reducción en los horarios de exposición a las pantallas, puede convertirse en una actividad familiar que favorezca la comunicación y la anticipación a los cambios”, finaliza Maccio Pennisi.
Gestionar experiencias y anécdotas del colegio
En el caso de no haber repasado durante las vacaciones, María Carolina Pinto, psicopedagoga, especializada en niños con necesidades educativas especiales, expone que unos días antes puede hacerse y sugiere libros o juegos de repaso que pueden encontrarse en Internet con actividades y contenidos del curso anterior, siendo momentos óptimos las tardes antes o después de ir a la piscina o al parque. “Los padres pueden preparar un calendario con su hijo en cuanto al horario escolar y las actividades extraescolares. Este resulta un modo de anticiparles a cómo se presentará el nuevo año escolar. Y no hay que olvidarse de debatir o sortear las tareas y llegar a un acuerdo, algo que asegura el éxito”, comenta la psicopedagoga.
Pinto aclara que resulta beneficioso conversar con el hijo acerca de sus expectativas en cuanto al nuevo año en el colegio, en cuanto a sus amigos, su profesor, las rutinas, la diversidad de materias o actividades extraescolares. “Charlar con el niño, con preguntas abiertas y positivas puede ayudar a afrontar este reto, además de minimizar la ansiedad que siempre se genera con el comienzo del año escolar. Aprovecha el momento para contar sobre tu experiencia, incluso anécdotas divertidas para desechar malas ideas”, declara la experta.
Una despedida de las vacaciones puede ser el mejor broche final a días intensos y cargados de momentos de ocio con la familia y los amigos. Poniendo este punto y final se cerrarán los meses de verano con la dulce sensación de haber aprovechado el tiempo libre.
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