Es curioso que una portada de revistas femenina se lance con tanto miedo a publicar una foto que refleja lo más femenino de la naturaleza de la mujer y la vida misma. Y digo miedo porque fue retirada rápidamente.
Según publicó en prensa, parece que la revista había preparado dos portadas para este mes de Junio. Una primera, de la modelo Nicole Trunfio amamantando a su hijo, que sólo llegó a los suscriptores, y una segunda, de la misma modelo con su hijo tal como vino al mundo , eso sí ella, enfundada en un vestido negro que intuyo tipo cóctel, y simplemente sosteniendo a su hijo Zion en los brazos. Una madre muy vestida y un niño muy desnudo.
No puedo adivinar las razones por las cuales ELLE Australia tenía preparada estas dos portadas , y las dudas respecto a la primera, que fue retirada. No hay duda en afirmar que la portada que definitivamente fue impresa, brilla por su ausencia de naturalidad.
Una madre dispuesta a salir que se pasea con un niño desnudo, arriesgándose a lo que todos sabemos, y que tendría las consecuencias de un traje más en la tintorería, ya que tal y como ella sonríe, el bebé no puede estar malito, ni con fiebre.
La imagen de un hecho tan maternal y cotidiano en nuestros primeros meses de vida podría haber servido para animar a la lactancia materna, tan defendida por pediatras y ginecólogos, debido a los beneficios que reporta tanto los bebés como para las madres, y habría animado a muchas futuras mamás, que por miedos a incomodidades o simplemente perder durante más tiempo su figura, no van a probar la satisfacción que reporta amantar a un hijo. Otro Tip que habría aportado es el demostrar que todas, modelos, economistas, abogados, actrices, desconocidas y famosas somos iguales cuando somos madres. Todos venimos al mundo de la misma forma, nos alimentamos igual, y nos vamos igual.
La lactancia materna, por ser lo que la naturaleza tiene previsto, es el mejor alimento para un recién nacido, contiene todo lo que necesitamos y en la forma que lo necesitamos para crecer y madurar, de forma que ninguna leche la ha igualado. Estimula las defensas de los bebés, y contiene todo el agua que este necesita. Además de la tranquilidad de comer al lado del corazón que ha estado oyendo durante 9 meses.
Para la madre contribuye a que las contracciones uterinas provoquen que este empiece a recuperar su dimensión antes. Y una vez que el bebé se centra y tiene fuerza suficiente para sacar todo lo que necesita ahorra el tiempo de andar preparando y esterilizando biberones, no hay que preparar nada porque ya está preparado, y además lo llevas puesto. Rápido y cómodo, y sobre todo, el sentimiento maravilloso de que le estás dando todo lo mejor que puedes darle.
Ha sido una oportunidad más, desaprovechada para exaltar la riqueza de la naturaleza y la sencillez de la misma por encima de lo banal.