No sería posible imaginarnos un mundo parecido. Una situación donde no hemos hecho ningún tipo de cálculo, donde no se ha realizado un estudio para estructurar, ordenar e incluso poder predecir tanto en el espacio, como en el tiempo, o bien en los hechos que puede acontecer.
Importancia histórica
Como sería nuestro mundo, donde Eratóstenes no hubiera calculado la circunferencia de la Tierra hace más de 2.200 años, tan sólo aplicando trigonometría con la sombra que provoca un palo. Y el concepto de la separación entre el Sol y la luna y su posterior cálculo. O que Carl Gauss no nos sirviera en bandeja de oro los pilares de la Estadística con su famosa Función Gasussiana o distribución normal. Qué sería de las inversiones, las tomas de decisiones y la economía moderna sin sus contribuciones.
La meteorología no se hubiera creado, puesto que la tan compleja teoría de fluidos nunca se hubiera creado por ejemplo con la base esencial de la Ecuación de Bernoulli necesaria para estudiar la dinámica de los fluidos.
Qué sería de nuestras vidas sin el análisis matemático, el estudio gráfico, la optimización para encontrar el mejor de los resultados. Newton, entre otros estudios y contribuciones trabajó, creó y estudió el cálculo infinitesimal.
En el día a día
En nuestras vidas cotidianas realmente estamos rodeados de las consecuencias de las matemáticas, concretamente de ecuaciones. En las casas, los edificios que alojamos se sustentan por el cálculo de presiones y tensiones de los pilares. Cuando abrimos el grifo para cepillarnos los dientes se necesita ejercer la presión apropiada desde un motor para que alcance todos los lugares independientemente de la altura. La forma de calentar el agua de nuestras duchas tanto si se realiza con el clásico butano, o bien con el gas natural, o también con el calentador eléctrico, en cualquier caso, necesitamos aplicar principios de electricidad, termodinámica y de nuevo dinámica de fluidos, todo ello responde a ecuaciones que describen nuestra naturaleza y predice las consecuencias de la fabricación de cualquier elemento cotidiano.
Las matemáticas son un lenguaje, un modelo que a través de la abstracción intenta interpretar la naturaleza y el mundo que nos rodea. Pero esa practicidad no aparente, se manifiesta en las actividades habitualmente inconscientes que desarrollamos continuamente, casi imperceptibles, por las cuales interactuamos con nuestro entorno y con los demás.
Cuando las matemáticas te engullen en su universo y te dejas atrapar, comienzas a comprender muchos aspectos lógicos y racionales de alrededor se entiende mucho mejor la información que se recibe, su interpretación e incluso las tomas de decisiones. Las opiniones se vuelven más certeras, concretas y útiles evidencias.
Las mates imprescindibles en nuestro mundo
A pesar del bajo porcentaje de la población con estudios superiores en Matemáticas, todos los barómetros estadísticos demuestran que la titulación arroja uno de los más bajos índice de desempleo. Además, se ha convertido en una pieza comodín para varios sectores productivos, como es la programación, informática, mercado de valores, ingenierías, desarrollo de aplicaciones, formación, estadística, robótica, sanidad, etc.
A diferencia de otras especialidades del saber, las matemáticas se sustentan sobre normas irrefutables, una vez que se ha demostrado su autenticidad. Por ejemplo, el teorema de Pitágoras se cumple independientemente del lugar, el momento, situaciones y además está exento de posibles opiniones.
Tal vez el Universo, nuestras vidas no estén regidas por la matemáticas, pero lo que si es cierto, que las matemáticas son un interesante y certero lenguaje para tratar de entender e interpretarlo.
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