La coach Elena Lorenzo ha sido multada con 20.001 € por la Comunidad de Madrid amparándose en la llamada ‘Ley Cifuentes’ «Protección Integral contra la LGTBifobia y la Discriminación por Razón de Orientación e Identidad Sexual en la Comunidad de Madrid» (Ley 3/2016 de 22 de julio). Se puede afirmar que es la multa de la cobardía, sobre todo por lo mal que se han hecho las cosas. Primero, se anunció mediáticamente sin haber informado antes a la víctima.
Elena Lorenzo ha lanzado un comunicado en su página web donde confirma que ha recibido la notificación oficial de la sanción el 30 de septiembre, semanas después de que el Vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, lo anunciara.
Elena Lorenzo está defendida por la Asociación Abogados cristianos, quienes confirmaron que llevarán ante el Tribunal Constitucional la Ley LGTBI aprobada en su día por el Gobierno del PP en la Comunidad de Madrid. En dicha ley se establece que la elección de sexo es un acto volitivo y del sentir de la persona, imponiendo una protección desmesurada incluso por encima de las decisiones de los que supuestamente protege, al privarlos de la opción de pedir ayuda cuando no están satisfechos con inclinaciones que van en contra del sexo con el que nacen. En definitiva, cuando la persona sufre conflicto interior por la división entre su pensar, sentir y actuar.
En esa ley aprobada por el Partido Popular en el Gobierno de la Comunidad de Madrid se prohíbe que profesionales de la sanidad: médicos o psiquiatras, personal sanitario, así como psicólogos, orientadores familiares o coaches de gestión emocional, como es el caso de Elena Lorenzo, ayuden a personas que acudan a ellos porque no están contentos con lo que sienten.
Cabe aquí una cuestión acerca de la licitud de una Ley –que como mínimo–, impide el ejercicio pacífico y responsable de libertad de expresión y acción de una persona, como es el caso de prestar ayuda a quien la pide, e incluso -por qué no- de pedir ayuda a quien se siente necesitado de ella. Estamos, posiblemente, ante una Ley más propia de un estado dictatorial que de una democracia.
Declaraciones de Elena
Nos hemos puesto al habla con Elena, quien nos ha atendido muy amablemente por teléfono, preguntada cómo estaba tras recibir la sanción nos respondió: «A nivel personal con mucho apoyo, sobre todo por correo o facebook. También me insultan… pero ganan los apoyos. Sin embargo, no he recibido ningún apoyo de organizaciones o desde el ámbito institucional, nadie. Hay pavor, es triste constatarlo». A la pregunta de si había interpuesto alguna demanda judicial explicó: «A nivel administrativo no se puede hacer nada, hay que pagar. Otra cosa serán las medidas que se hayan de tomar por vía judicial, está en manos de mis abogados, la Asociación Abogados cristianos«. A la pregunta de si había algo que le preocupaba, nos confirmó el colmo del delirio: «Me acaban de explicar que no sólo he de pagar la multa, sino que un 20 % más del dinero que se recaude por donativos ¡Se lo lleva Hacienda! Es decir, he de conseguir más de 20.001 euros porque si no no me llega para la multa».
Al hablar con Elena la sentimos serena y a la vez siendo muy consciente de que su opción por dar la batalla le va a implicar un pequeño calvario, aludiendo a su fe, «lo vivo como misión, estoy confiada«. Insistió en cierto modo en que le constaba que había políticos que ni se habían leído la Ley, «si lo hicieran se darían cuenta de la atrocidad y la discriminación, y todo por una ideología. Pero no se dan cuenta que destrozan vidas, la mía profesional y la de tantas personas que necesitan ayuda y orientación«. Finalmente volvió a incidir en que le daba mucha lástima el miedo que experimenta la gente «sí, en privado todo el mundo me apoya, pero en público no, algunos me han dicho que hasta les han echado de grupos de whatsapp por sacar el tema, es muy triste«.
Concluimos la charla deseándole todo nuestro apoyo, porque ahora es Elena, ¿y después? ¿Cuántos más vendrán? ¿Con qué miedo pueden estar ejerciendo ahora su labor los profesionales? Agradecimos a Elena el rato que nos ha dedicado, que concluía con un «Pienso ir a por todas, gane o pierda«.
Una ley totalitaria, victimista y discriminatoria
La prohibición de la Ley para no ayudar a personas homosexuales, transexuales, etc. queda expresada en el Capítulo 1, artículo 3, apartado o):
Terapia de aversión o de conversión de orientación sexual e identidad de género: Por este término se entienden todas las intervenciones médicas, psiquiátricas, psicológicas, religiosas o de cualquier otra índole que persigan la modificación de la orientación sexual o de la identidad de género de una persona (Artículo 3. Subtítulo o)
¿Qué se interpreta en este epígrafe? Que si una persona heterosexual pide ayuda para vivir como homosexual porque así lo siente, ¿será ella y quien le ayude sancionado? O, que si una persona homosexual pide ayuda para vivir como heterosexual porque así lo siente, ¿será ella y quien le ayude sancionado? La ley no lo aclara porque habla genéricamente de «personas y orientación sexual» nada más. Pero con la multa impuesta a Elena Lorenzo queda claro, la ley determina sin razonamientos que los homosexuales no pueden ni plantearse porqué lo son, ni si están conformes con vivir así, ni se les da la opción «por ley» de cambiar su forma de vida, cortando de cuajo cualquier oportunidad y mucho menos la elección de pedir ayuda. ¿No es esto coartar la aireada libertad? ¿no es esto vetar a una persona que pide ayuda la oportunidad de tenerla?
Las transgresiones objetivas de la ideología LGTBI a nivel mundial, imponiendo y exigiendo a los legisladores nuevas leyes desde su deformada visión antropológica del hombre, está ya causando estragos constatables a nivel de la sociedad como podemos observar en países que nos llevan la delantera como es el caso de Australia
Según informa el digital ReL «Los niños ya no necesitan solicitar a un juez que se someta a la terapia hormonal. El más joven que accedió a los bloqueadores de la pubertad en Australia tenía 10 años. Y por los numerosos casos parecidos al citado, más de 200 médicos de este país se han adherido en apenas tres días a una petición dirigida al ministro de Salud, Greg Hunt, para que convoque una amplia investigación parlamentaria que arroje luz sobre el riesgo que entrañan estos tratamientos hormonales en adolescentes que aseguran que han nacido en el cuerpo equivocado«.
La Ley en su contradicción y discriminación absoluta al 98 % de la población madrileña establece:
Reconocimiento de la personalidad: toda persona tiene derecho a construir para sí una autodefinición con respecto a su cuerpo, sexo, género y su orientación sexual. La orientación, sexualidad e identidad de género que cada persona defina para sí es esencial para su personalidad y constituye uno de los aspectos fundamentales de autodeterminación, dignidad y libertad. Ninguna persona podrá ser presionada para ocultar, suprimir, negar o modificar su orientación sexual, expresión o identidad de género. Artículo 4 Principios - Apartado 1.b)
Es evidente que la ley además de sectaria, es contradictoria. Una persona puede decidir ser homosexual, pero se prohíbe siquiera comenzar un proceso de discernimiento personal con ayuda profesional.
La confusión en este tema constituye una gran preocupación que subyace en el sentir de la sociedad. Pero en España esto se multa.
Elena Lorenzo hace unos días ha publicado un vídeo explicando los motivos por los que no va a dejar de luchar y pide ayuda a las personas para lograr recaudar los fondos para pagar la multa.
¿Cómo puedo ayudar?
Si está en tu mano con un donativo. Pero además difundiendo este mensaje en tus redes sociales. Copiar y pegar este texto:
https://youtu.be/UW_BqUuEE1s PETICIÓN DE AYUDA: Hola soy Elena Lorenzo la primera víctima en España que ha recibido una multa ideológica pro-LGTBI de la Comunidad de Madrid por ayudar a personas que desean trabajar sobre su identidad personal. ME OBLIGAN A PAGAR UNA MULTA DE 20.001 EUROS. Aquí puedes ver toda la información sobre mi caso: www.elenalorenzo.com Si deseas contribuir con un donativo a pagar la multa: De antemano ¡GRACIAS! Banco Santander ES17 0049 5133 9121 1628 8857 Paypal: MULTA.elenalorenzo@gmail.com Agradezco la valiente difusión de este mensaje, Elena Lorenzo
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