Ángela Pumariega es la última tripulante que nos quedaba por presentar de la tripulación del barco Woman Essentia-Les Roches, que estos días navega en la Copa del Rey Mapfre. Ángela ganó la medalla de oro en las Olimpiadas de Londres 2012, junto a Sofía Toro y Tamara Echegoyen, en la modalidad de Match Race. Además de campeona olímpica es economista, coach deportiva y concejal del Ayuntamiento de Gijón, con lo que puede decirse que ha aprovechado bien el tiempo. Estuvimos charlando unos días antes del comienzo de la Copa del Rey de vela, cuando todavía no habían probado la embarcación.
Woman Essentia.- ¿En qué categoría competiste en las Olimpiadas?
Ángela Pumariega.- fue en Elliot, que es un barco que solo se utilizó para esos juegos. Éramos tres chicas y el formato era diferente, la mayoría de regatas son en flota, que consiste competir en todos contra todos y esta categoría consistió en una eliminatoria de uno contra uno. Las regatas duraban 15 minutos y creo que era más fácil de cara al público. La mayoría de la gente no entiende como funciona la vela y no puede ver quién va primero o no, y esta categoría, al ser uno contra uno era muy fácil para verlo, además se competía muy cerca de la tierra y cuanto más fuerte era el viento había más cambios de liderazgo. lo que hacía que se mantuviera la emoción. La última regata te la juegas como una final , sin embargo, en una regata de flota si has ido ganando ya no había problema. Esta tenía más emoción.
WE.- Es una pena porque ciertamente era mucho más fácil entenderlo, verlo, en la lejanía el público no ve nada. Pero vuestra final se puede ver hoy por hoy en youtube y fue de infarto.
Ángela Pumariega.- De hecho, después de los juegos se decide en una reunión internacional en noviembre qué categoría sigue y cuál no, y esto es en función de cómo hubieran salido los juegos. Nuestra final fue lo tercero más visto en España de los juegos, lo grabaron muy bien, las imágenes de la vela fueron espectaculares y ganaron el premio de imágenes de la BBC. Tuvo tanta repercusión que, ante barcos comprados nunca pensamos que esa categoría fuera a desaparecer tan rápidamente. Pero por desgracia, al final lo que prima es el dinero. A pesar de que la vela tiene la pega de que es muy difícil de retransmitir y seguir, lo habían conseguido, ya lo tenían, pero no siguió.
En láser y tablas, las compra la organización pero luego se vende, se había hecho el mundial de 2011, la prolífica de 2012 y los juegos olímpicos de 2015. Se compraron 13 barcos, con dos contenedores y todo el repuesto, todo nuevo… hubo problemas, ya que al haber solo un constructor los barcos llegaban muy poco a poco, normalmente se preparan dos ciclos pero solo hubo uno y hubo países que cuando consiguieron el barco ya no pudieron competir.
WE.- Este barco también es nuevo, nadie ha navegado hasta ahora
Ángela Pumariega.- Nadie excepto las de Palma, que han navegado una temporada entera.
WE.- Creo que vosotras tenéis otras ventajas también, la compenetración es muy importante. Pero cuéntanos como empieza tu aventura con la vela
Ángela Pumariega.- Yo empecé relativamente tarde, con 10 años, y vengo de una familia deportista. Mi abuelo fue piragüista, mi madre nadadora y mi padre hacía windsurf, con lo cual, el que yo me dedicara a algo del mar ya venía de genes. Empecé a hacer gimnasia en el colegio con 6 años, era muy flaquita y se me daba muy bien, pero como tenía asma y alergia, estar metida en un gimnasio todo el día no me venía bien, así que el médico me recomendó hacer deporte al aire libre me apuntaron a cursillos de vela, y me gustó. Ya el primer año me clasifiqué para hacer el Campeonato de España, así que es cierto que se me daba bien. Después del Campeonato de España dejé de navegar porque navegaba con una chica más mayor que yo y me regañaba mucho, jaja. Yo era muy pequeña claro, tenía solo 10 años, y durante un año dejé de navegar, pero tenía el gusanillo y volví a intentarlo. Desde entonces no he dejado de navegar y, además durante 10 años tuve la suerte de que lo que era mi hobby se convirtió en mi trabajo, así que he sido una privilegiada por ello. Empecé siendo monitora, pero durante diez años, con la campaña olímpica, mi trabajo principal era salir a entrenar. Diez años muy intensos y dejé de competir a ese nivel hace un año por una lesión, pero ha sido una etapa muy bonita.
Ahora estoy un poco en la vida real…
WE.- ¿Qué es para ti la vida real?
AP.- En realidad nunca he dejado de trabajar porque desde hace 12 años estoy trabajando en la empresa familiar, que es una empresa de gestión de residuos donde llevo temas de logística y gestión de clientes, y como puedo trabajar online, aunque competía, e incluso durante los Juegos, yo trabajaba todos los días durante una hora antes de navegar.
Ahora sigo con las competiciones, aunque estoy más tiempo en la oficina, pero me parecía que dejar de navegar al 100% era muy difícil. Después de llevar tanto tiempo viajando y haciendo lo que me gusta, cortar y tener una vida rutinaria no se adaptaba mucho a mi, pero al tener una empresa familiar me puedo adaptar, a pesar de que muchos domingos me toque trabajar, pero puedo adaptarme a la vida deportiva, aunque luego no tengas días de descanso.
WE.- Es la única forma de competir en vela y no desvincularse del mundo, porque siempre hay que volver a él, tarde o temprano
AP.- De hecho siempre digo que soy una privilegiada porque para los Juegos de 2004, como todavía no había hecho bachiller, mi madre me dijo: primero estudia y luego haces lo que quieras. Así que me quedó en la cabeza lo de estar en el equipo olímpico. Para los Juegos de 2012, como ya estaba terminando la carrera, sí me lo planteé, pero al compaginar el trabajo y el deporte, siempre tienes un plan B. El año pasado dejé de competir con 34 años y habría tenido cero días cotizados, que es lo que tiene todo el mundo cuando llegas al mundo laboral sin experiencia.
Dedicarte únicamente al deporte hoy día es muy arriesgado porque no tienes nada paralelo y no está bien pagado, y a veces, si no tienes resultados, no tienes becas y es muy difícil. De hecho, cuando terminé los Juegos de Londres e hice la campaña para Río, la hice porque sabía que tenía el plan B, seguir trabajando. Igual que para Tokio el año pasado, me habría jugado toda la vida laboral por un sueño.
Además, yo tengo la suerte de que he conseguido los objetivos que me he marcado, pero si no es así tienes que sacrificar mucho por el deporte.
WE.- Parece que todo es automático
AP.- Parece que solo tengo el deporte, las olimpiadas y mi madre siempre recuerda que también soy economista. Siempre ha valorado mucho los estudios y el trabajo, porque he tenido mucha suerte y viví 10 años como profesional de la vela, pero tienes que tener ese futuro garantizado porque la vida es muy larga.
WE.- Actualmente está el fútbol como modelo
AP.- Hoy día, hasta la vela se ha super profesionalizado incluso desde pequeños. Hoy no vale con salir a navegar el fin de semana y pretender ganar un mundial, es muy difícil hacerlo sin salir más días.
WE.- ¿Cuáles son los valores que más destacarías de la vela?
AP.- Yo diría que el trabajo en equipo, y no solo a bordo del barco. Yo nunca he navegado sola, y aunque éramos tres, tienes que ser uno.
Pero el equipo es también con el entrenador físico, la doctora que teníamos, la persona que hacía la logística, todo lo que nos engloba tenía que tener el mismo objetivo porque yo estaba en mi casa cuatro días al mes, así que ese equipo tiene que ser tu familia, y llevarte bien con tus compañeras se convierte también en salud mental.
Además el mar te da mucho respeto porque estás en un medio que no controlas y tienes que estar segura de lo que estás haciendo además de intentar que no haya momentos de peligro porque lo estés haciendo mal.
Creo que también da mucha responsabilidad , ya que para poder competir debes tener una vida muy organizada, saber cuales son tus prioridades.
En mi opinión todos los deportistas que llegan alto tienen el valor de la humildad, porque no siempre ganas, tienes que aprender de los días malos, que son los que más aprendes. Es la humildad de aprender cada día y de tus compañeros, y esto te hace crecer mucho más.
WE.- La gente valora a los deportistas humildes, me vienen a la cabeza algunos deportistas a los que se les cogía antipatía por su falta de humildad precisamente
AP.- Pero en el agua hay además muchos factores que no dependen de ti, y no puedes saber todo de este deporte nunca, siempre vas a estar aprendiendo, a trimarlo, poner las velas, innovar y desarrollar material para que sea lo mejor para ti. En el agua cada día es diferente y nunca vas a saber todo, por ello estar abierto a aprender es clave.
En el agua hay muchos factores que no dependen de ti, cada día es diferente y nunca vas a saberlo todo
WE.- Has dicho que el equipo se convierte en tu segunda familia, parece fácil pero debe ser difícil porque incluso con la familia es difícil
AP.- No todo es bonito, subes fotos a las redes y parece que siempre estás de viaje, pero casi hay más momentos malos que buenos, y si tienes un día malo piensas que no vas a tener la beca, o no te puedes clasificar para la próxima regata etc. y te tienes que apoyar en tus compañeras. Hay que aprender a tener un respeto entre nosotros y tener esa cordialidad. No hace falta que sean tus mejores amigos, pero hay que intentar sacar lo mejor de cada uno del equipo porque pasamos muchas horas juntas y no solo en el barco.
Si luchas por un objetivo más grande, y todas tienen ese objetivo, hay que ser humilde para confundirte y saber pedir perdón por los momentos de tensión, no tomar nada de forma personal y buscar los momentos de unión por encima de los de tensión
WE.- Respecto al trabajo en equipo, está muy de moda en los colegios, todo son trabajos en equipo, pero suele trabajar solo uno, que siempre es el más responsable. Es necesario trabajar en equipo, pero bien hecho, con coordinación. En un deporte de este tipo se ve muy clara la enseñanza.
AP.- Hay que repartir el trabajo, pero que cada uno tenga su responsabilidad, entre nosotras una llevaba más la logística de las regatas, otra la prensa, otra la comida, pero a bordo también estaba todo repartido y tenemos nuestra responsabilidad, en función de las capacidades de cada uno. Es necesario conocer a la persona que tienes al lado para poder ver lo que puede aportar, y es prioritario marcar el objetivo. Si cada uno tiene un objetivo diferente, no se llega a nada. Creo que es muy importante marcar el objetivo, las responsabilidades de cada uno, y tener las ganas y la motivación para luchar.
Otra cosa importante, pero que no se hace mucho, es tener un lazo fuera del trabajo, ya que esto hace unión y hace que momentos de tensión, de una maniobra que sale mal se puedan salvar. estos son los momentos claves para ver si un equipo es bueno o no.
No siempre se gana, pero si cada uno ha dado todo lo mejor de sí mismo, pero si se tiene la sensación de que se ha dado todo, eso lo único que importa
El respeto por el compañero es también uno de los pilares de un equipo.
WE.- Parece que todos los niños deberían pasar por vela en algún momento, ¿cuál es vuestro objetivo para la Copa del Rey?
AP.- Obviamente es ganar.
Es una regata larga y debemos ser regulares, hay que cuidarse mucho y estar concentradas toda la semana.
WE.- ¿Cuál es el próximo objetivo después de la Copa del Rey?
AP.- Pues el mundial de Snipe en Octubre, en Brasil. Es una maravilla estar allí y aprender. Seguramente habrá viento y estamos bajos de peso y con viento es peor, pero competir en un mundial ya es genial.
WE.- Para las mujeres el problema es el bajo peso
AP.- Sí, normalmente el peso estándar es 68 kilos, y en España cuesta llegar a esos kilos. En los Juegos el entrenador nos reñía porque nunca llegábamos a él, íbamos a pesarnos incluso con la mochila y cada día que pasaba de competición, pesábamos menos. Es un tema importante porque lo que ganas con poco viento no se suele compensar con lo pierdes con viento.
Este año que es la primera vez que un barco íntegramente femenino puede ganar esta categoría, y es un gran paso para el deporte femenino, está cogiendo más protagonismo.
WE.- Es cierto que se está fomentando pero queda mucho por hacer aunque haya más mujeres que practican más deportes
AP.- Se habla más de lo que se actúa. Para el deporte femenino español fue la explosión en Barcelona 92, y los juegos de Londres 2012, fueron llamados los los juegos de la mujer. En España, fue la primera vez que las mujeres consiguieron más medallas que los hombres, y en el equipo americano había más mujeres que hombres. En los equipos de todos los países que participaron en los juegos había por lo menos una mujer. Pero hablamos del 2012, han pasado siete años, y aunque a todo el mundo se le llena la boca de hablar del deporte femenino, las acciones son menores. Aunque es cierto que hay más mujeres que hacen deporte y hay más resultados en general.
WE.- Como política, ¿qué crees que ayudaría para fomentarlo más?
AP.- Creo que no se apoya igual que al deporte masculino.
WE.- ¿Te refieres económicamente?
AP.-Sí, por ejemplo, la ley del deporte es del año 1991. Desde entonces ha cambiado mucho el concepto del deporte. El deporte femenino por ley no es profesional, es una ley que hay que cambiar ya, porque si no estamos amparados por la Ley, hay poco que hacer. Tampoco tiene el apoyo suficiente económicamente y la prensa tampoco trata de forma igual a las mujeres deportistas que a los hombres. Hay pocos periodistas formados en el deporte femenino, esto se ve en los juegos por ejemplo, donde siempre se habla de las cinco deportistas más sexis, o que si esta es madre o no. A los hombres no se les hacen estas consideraciones, y aunque esté cambiando, hay que darle un poco más de apoyo y lo demás vendrá todo detrás.
La ley del deporte, que es del año 1991, establece que el deporte femenino no puede ser profesional
WE.- ¿Qué apoyo es el que echas de menos como deportista?
AP.- El apoyo institucional, la gente habla mucho porque queda bien hablar del deporte femenino, pero no he visto ninguna diferencia desde los juegos hasta ahora.
WE.- Realmente estamos saturados de oír hablar de la mujer pero no hay continuidad ni apoyo efectivo. La igualdad debería ser a partir de las diferencias. Por ejemplo, en el tema de la conciliación estamos a la cola de medidas de apoyo a la maternidad
AP.- Es complicado ya que si tienes una empresa mediana, como empresa un embarazo es un problema, para que haya igualdad a lo mejor el Estado se tenía que implicar en ello. La mujer como trabajadora o como deportista tiene que decidir entre la vida personal o laboral, y esto es complicado.
WE.- El momento ideal biológicamente para tener hijos coincide con el momento de desarrollo profesional
AP.- Sí, y parece que nunca es el momento. Antes estaba el Mundial etc. pero ahora es más profesional y hay cada vez más competiciones todo el año, la gente tiene hijos en el año post-olímpico, es decir, cada cuatro años. Es gracioso que los hijos de los olímpicos se llevan todos cuatro años entre ellos.
WE.- ¿Cuántos campeonatos?
AP.- Este año creo que uno al mes, en las Olimpiadas era más complicado porque vivías un mes en cada sitio. Es una oportunidad estar aquí como deportista ya que siempre hemos competido contra chicos y es casi histórico, y gracias a María Fiestas estamos aquí todas unidas, venimos de categorías diferentes y somos diferentes pero estamos muy unidas.
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