Hace unos días se estrenó en 80 cines de España Red de Libertad, bajo la dirección de Pablo Moreno, quién reunió al mismo equipo con el que filmó “Poveda” (2015) y “Luz de Soledad” (2016).
Assumpta Serna, en el papel de Helena Studler, protagoniza la película dando vida a una religiosa de las Hijas de la Caridad que creó una red que empezó asistiendo a los prisioneros de los campos de concentración alemanes pero que, pasando de ser simplemente asistencial, ayudó a huir a muchos prisioneros, a los que visitaba incluso en Alemanía, por el hecho de ser franceses, llegando a salvar a más de dos mil personas durante dicha ocupación. Además de un gran sentimiento patriótico, y de rebeldía ante las injusticias, esta vida representa un ejemplo del carisma vicenciano, el cual es la fuente a la hora de actuar para las religiosas que pertenecen a esta orden y que la personalidad de Helena Studler refleja perfectamente con su forma de ser, valiente, decidida, generosa tanto en su entrega y acompañamiento al que sufre como en las decisiones y las consecuencias de sus actos en su vida y la de los que la acompañaron, siendo un anticipo y ejemplo de denuncia ante las injusticias.
Francia, principio de la II Guerra Mundial. Helena Studler es una monja francesa que desde siempre se había dedicado a ayudar y cuidar a los niños sin hogar. Sin embargo, el estallido de la guerra y la invasión de Francia por los nazis, que llegan a entrar en su localidad, traen un cambio total en la vida de aquellas gentes. La crudeza de las nuevas situaciones de injusticia que acompañan a estos hechos, y el descubrimiento de una campo de concentración cerca de su pueblo, hacen que su afán por socorrer al prójimo y denunciar estas situaciones ponga en marcha un plan para ayudar a escapar a los prisiones del mismo, ayudada por otras Hermanas y por algunos hombres del pueblo. Sin duda su fortaleza espiritual y temperamento fueron el motor de esta acción.
El guión de la película ha tratado de ser lo más fidedigno posible y se basa en varias fuentes, desde el diario que ella escribió, las actas del juicio en el que fue condenada por los alemanes o incluso las hojas de inventario con las ayudas que llevaban a los presos y el libro que un judío ateo llamado Boris Holban, escribió sobre ella, llamándola La pasadora de libertad, así como datos de un pariente.
Prueba de la importancia de salvar estas vidas, es que entre las personas que salvó estaba un teniente llamado Francois Mitterrand (que sería presidente de Francia entre 1981-1995) y un sacerdote joven llamado Maziers, que sería con los años en arzobispo de Burdeos.
Como Assumpta Serna dijo en una entrevista para este medio, “es de las películas, y lo digo porque ha sido así, que todo el equipo estaba formado por buenas personas. No se si inspiraba el personaje principal…además el director y el productor siempre han querido satisfacernos. El ambiente era de querer hacer las cosas bien, de querer el beneficio de todos y este ambiente se va a notar en la película, porque todos los actores hemos estado dándolo todo”, nos contaba hace unos días.
Es una pena observar, una vez más, como las críticas de algunos medios, no son capaces de reconocer a los verdaderos líderes, por el hecho de ser patrióticos y católicos, faltando a la verdad y tratando de desprestigiar por no ser políticamente correcto, incapaces de reconocer el valor de una historia real.
Personas de referencia ha habido siempre, la pena es que en la actualidad cada vez hay menos, y si echamos por tierra las vidas ejemplares, reales, de servicio y entrega, que se tuvieron que enfrentar a los cánones de la época, nunca surgirán verdaderos líderes.
…y así nos va.
¡Muchas gracias Pablo por esta película!
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