Después de hablar con su madre, llegué a la conclusión de que David no es simplemente feliz, sino que tiene grandes ansias de vivir, de exprimir cada minuto de vida y disfrutar de la misma lo que pueda.
Su día a día no es como el de cualquier otra persona de su edad, tiene 36 años, no puede ir a trabajar y no pudo ir a la universidad. Su vida la decidió una vuelta del cordón umbilical al nacer que le convirtió en paralítico cerebral.
A pesar de estas circunstancias, puede decirse que David tuvo y tiene una gran suerte: sus padres, su hermana, la familia y los amigos. El coraje de su familia y el suyo mismo muestra una familia unida en la adversidad.
Su padre Jesús, es psicólogo y su madre, Pilar, pedagoga y, como puede suponerse, dejó de trabajar para dedicarse a él y así convertirse en su tabla de salvación y ejemplo de madre coraje.
“Te quedas coja profesionalmente, pero asumes la vida que te toca. Mucha gente te dice como puedes llevar una vida con tantos problemas, pero yo digo que no es ningún problema, sino la vida que me ha tocado vivir. Lo aceptas, intentas transformarlo y eres feliz. Tenemos una gran riqueza alrededor en la familia y los amigos, nunca me ha faltado ayuda para moverle, por ejemplo. Evidentemente ha habido de todo en nuestras vidas, pero te quedas con lo positivo. David vive feliz por que tiene mucha gente alrededor que le quiere”. Pilar, madre de David Blanco
Como cantante aficionada que es no paraba de cantarle, de hablarle, le explicaba donde estaban todas las cosas, los colores, lo que pasaba a su alrededor, las cosas que había en la cocina… Esto desarrolló un gran gusto por la música en David, quién disfruta como es lógico del estilo musical que le ponía su madre, y por otro lado desarrolló también un gran afán por comunicarse. Este reto en su situación ha sido superado con creces, aunque no sin esfuerzo. Ha sido un largo, pero fructífero camino.
La idea de sus padres fue siempre que ”David fuese feliz y se integrara en el mundo, hemos intentado normalizar su vida pero a la vez siendo conscientes de sus limitaciones, y tratar todo con la mayor naturalidad posible”.
David tiene una minusvalía física del 94%, tiene todos lo movimientos, pero no puede controlarlos. A pesar de ello su mayor ilusión ha sido poder conducir una silla de ruedas y lo ha conseguido en parte, ya que debido a esta falta de control, tienen que sujetarle la mano y todavía no saben si podrá llegar a ser autónomo con la silla.
A los 4 años, un equipo multidisciplinar dio a sus padres la idea de escolarizarle y el neurólogo les animó a ello, “si la parte intelectual va bien hay que seguir adelante, habría que mantenerla e incluso desarrollarla hasta donde se pueda”. Según nos cuenta su madre, le matricularon en ese momento en las denominadas escuelas de integración donde había niños que se llamaban de inteligencia conservada.
La única forma de estudiar era que otra persona le fuese leyendo todo a la par que trabajaban con grabaciones. Era una ventaja, porque a David le encantaba que le leyeran, así que le han llegado a leer hasta El Quijote. Otro aliciente que tuvo en su aprendizaje es que le llevaban a todas partes, pero todo este esfuerzo por parte de su familia no habría tenido resultados sin el interés, esfuerzo y ganas de aprender de David.
Y llegó el momento del Instituto, el cual ocasionó otra pelea con el Ministerio de Educación. El Director General no entendía cómo se les ocurría que pudiese seguir estudiando, ya que luego vendría el bachiller y la universidad. Pero pelearon y lo consiguieron, y David aprobó 4º de ESO. ”El principal objetivo de estas decisiones era simplemente que David estuviese con compañeros y compartiera la vida”.
Hizo la primera comunión con gran ilusión, e incluso llegó a confesarse con un tío abuelo jesuita.
David ha montado en globo, canoa, a caballo y en tirolina, su última ilusión es poder montar en ultraligero. Una de sus aficiones es la música, le encanta así que le han llevado a conciertos como por ejemplo de Serrat y de Silvio Rodríguez.
Después de tiempo de espera y perseverancia, sus padres consiguieron que entrase en el centro de día Dato-Polibea, centro dedicado a la atención de personas con discapacidades físicas graves, donde lo más llamativo es que todos están felices.
David escribe accediendo al ordenador con un pulsador en la cabeza y forma palabras con un editor predictivo. Escribe y se comunica a través del ordenador. Tiene muchas ganas de comunicarse, así que a pesar de no hablar, terminas hablando con él. “Es increíble cómo se comunica sin hablar”, incluso cuando no tiene un ordenador , ya que le van haciendo preguntas sobe lo que quiere hablar o le van nombrando las letras del alfabeto para ir construyendo lo que quiere decir. Dice No y comunica el Sí bajando la cabeza.
En estos momentos está pintando un cuadro para su madrina, y según sus propias palabras “por este va a haber tortas”, esta es la expresión que él mismo elige cuando habla de su última obra. Puede pintar gracias a un artilugio que le colocan en la cabeza también.
Debe ser de las pocas personas incapacitadas en España que pueda votar, ya que a pesar de estar incapacitado judicialmente, decisión que tomaron sus padres para protegerle, mantiene el sufragio universal. Cuando fue al juicio de su incapacidad se llevó el ordenador, estaba tan entusiasmado que creía que iba a un juicio como en las películas, así que se llevó un chasco cuando vio que no consistía en lo mismo.
Otra anécdota es que se llama así mismo el “perju”, y esto tiene una historia. Su hermana le llevaba a muchos sitios y uno de ellos fue a una grabación de Goma Espuma. Al entrar en el estudio, parece que ese día había más personas en silla de ruedas y dijeron una expresión similar a cuántos perjudicados hay hoy en el estudio, a David le hizo gracia y asumió ese nombre con lo cual desde entonces se llama así mismo el “perju”. Tiene un gran sentido del humor.
En el año 2006, fue invitado por el departamento Técnico de la Cooperación Española en Túnez a unas Jornadas de Integración, Comunicación y Nuevas Tecnologías para dar a conocer la forma en que se comunicaba con el ordenador, se trataba de mostrar una nueva herramienta de comunicación que allí esta forma era totalmente desconocida. En la presentación, saludo en francés y en árabe también.
A pesar de su invalidez es la alegría de los que le conocen, porque la vida merece la pena vivirla. Según él mismo ha escrito “Si volviera a nacer, volvería a ser perjudicado. Soy feliz y estoy rodeado de gente que me quiere”. Esta frase encierra un gran sentimiento de gratitud hacia la vida que le ha tocado vivir, hacia las personas que le cuidan y están pendientes de él. Y como dice su madre, “no puede haber mayor alegría para unos padres” que su hijo les diga estas palabras.
Es un verdadero ejemplo de fortaleza y de que la libertad puede tenerse no sólo dentro de la cárcel o de una habitación, sino aunque estés encerrado en tu propio cuerpo, por que la verdadera libertad está en la mente y en el corazón donde nadie la puede coartar.
La última noticia que dio a sus padres ha sido su decisión de independizarse, “nos llevó al ordenador y nos dijo que lo había pensado mucho, que había tomado la decisión más importante de su vida. Nos dijo que se quería ir e independizarse, que su hermana lo había hecho y ahora le tocaba a él. Que le ilusionaba pensar en poder estar con sus amigos aunque no pudiese mover un vaso de agua, y que teníamos derecho a descansar un poco”. Evidentemente esto es posible gracias al centro Dato. Este centro estaba construyendo unos pisos-residencia, si bien para sus padres la decisión de estar en el proyecto fue pensando en su futuro no tan cercano. Este nuevo “hogar” hace posible que, aunque David no pueda coger una vaso de agua, como él mismo dice, pueda independizarse gracias a todos los adelantos que proporciona la domótica, totalmente incorporada en estas instalaciones, así como al trato recibido en el centro, una combinación de medios personales y materiales.
Cuando pregunto a la madre acerca de cómo se siente ahora que él se va a ir de casa, me contesta “mal, mariposas en el estómago muy fuertes. No se a quién le va a costar más. Piensas que va a estar controlado porque el punto fuerte es la domótica, y el espíritu de Polibea, que es el ideario y la forma de actuar del centro nos hace estar tranquilos, son un gran equipo humano, es como una gran familia. Así que, a pesar de las mariposas, piensas que va a estar bien y donde él quiere”. En este centro se cuida a la persona de forma muy individualizada y su atención es integral, encaminada a la integración, ya que la sociedad podrá entender a estas personas e integrarlas cuando se enfrente a estas situaciones.
Mientras hablaba con su madre, él era capaz de corregir el nombre de un médico, es alucinante como se acordaba de todo y como ella dice: “es el disco duro de la casa”.
Resulta de gran admiración la comunicación conseguida en esta familia a pesar de las dificultades, pero creo que esto ha sido el resultado de esfuerzo, constancia, coraje y una gran dosis de esperanza. ¡Te deseamos que seas muy feliz en tu nuevo hogar David!
Como ejemplo de su personalidad es este cuento que ha escrito a sus sobrinos donde se convierte en su salvador.
El unicornio en el país del chocolate
“Érase que se era una vez, dos niños que vivían en Serranillos con sus papás. Tenían un tío que se llamaba David, un poco bicho y dos abuelos. Un día pasó algo terrible: mientras los abuelos estaban cantando con la guitarra “El Señor Don Gato”, dejaron la puerta de atrás abierta y se coló un unicornio. El padrino pensó que era bueno, como en la canción de Silvio, y se equivocó, lo tiró de la silla y le dijo a los niños: -¡Venid conmigo ahora! Jorge dijo: -¡No quiero! -Basta de chorradas, vamos al país del Chocolate! Se llevó a los niños muy lejos. Parece que he oído a David llorar. Id a ver qué le pasa- dijo con gesto preocupado el abuelo-hijo, ¿qué ha pasad aquí? -¡ El unicornio se llevó a los niños y me tiró de la silla! -¡Pilar, Amaya! ¿venid aquí! El unicornio se ha llevado a los niños. -Tranquilos yo les iré a buscar. -Si eres paralítico, David. No importa, todo por los niños- dijo tirado en el suelo sangrando por la nariz. - Si no fueras tan pesado con los unicornios no pasaría esto, David – muy cabreada Amaya despotricó contra David N lo conseguirás, eres paralítico le recordó además su cuñado. -Para el carro, que yo no tengo la culpa de nada… No os matéis, por favor, mantengamos la calma-dijo Jesús, tranquilizando a todos. Cogió la silla eléctrica, se fue por la vereda y de pronto le salió un hada buena que le llevó al País del Chocolate. Como al padrino del chocolate le dan unas cosas muy malas, el hada le dio una magnífica pócima que le protegiera de ellas: H2O. Mientras tanto, los niños intentaban negociar con el unicornio con palabras. Nuestro tío es un plasta, pero es buen chico. Está trastornado por Silvio, el pobrecito, pero es un buen muchacho, nos tiene cansados con tanta cancioncita de ese tío… Esta bien, os suelto, pero antes cantadme un tema del tio ese, fue convencido el unicornio. Entonces en ese momento, llegó David y les acompañó con la guitarra que llevaba en la bolsa. Siempre estaba preparado para tocar alguna pieza de cantautor. Nos fuimos a Serranillos y nos esperaba la familia. Colorín colorado, este cuento se ha acabado. David Blanco.